La presión de las deudas es una carga común para millones de colombianos. Desde créditos personales hasta emergencias médicas o préstamos comerciales, muchas personas se ven superadas por obligaciones financieras que se vuelven impagables. En respuesta a esta realidad, el Gobierno nacional promulgó la Ley 2445 de 2025, una reforma al régimen de insolvencia personal y empresarial que promete ser un verdadero respiro para quienes han caído en mora.
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En vigor desde el 11 de febrero de 2025, esta normativa introduce mecanismos más accesibles, flexibles y menos punitivos, con el objetivo de brindar una segunda oportunidad a pequeños comerciantes y personas naturales que enfrentan dificultades económicas.
¿Qué cambia con esta ley?
La nueva legislación hace más sencillo iniciar el proceso de insolvencia:
- Antes se exigía deber al menos el 50% de las obligaciones; ahora basta con el 30%, facilitando una acción preventiva.
- Se eliminan las barreras para quienes no tienen propiedades, permitiendo que cualquier ciudadano pueda acceder al proceso.
- Se amplía el alcance a personas naturales y comerciantes con activos menores a 1.000 salarios mínimos mensuales.
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Principales beneficios para los deudores
Entre las medidas de protección incluidas en la ley, destacan:
- Suspensión de embargos y descuentos de nómina al ingresar al proceso de insolvencia, con excepción de cuotas alimentarias.
- Prohibición de hostigamiento por parte de cobradores durante la vigencia del trámite. Cualquier acoso será sancionado.
- Protección laboral: el empleador no puede despedir ni discriminar al trabajador por estar en proceso de insolvencia.
- Acceso garantizado, incluso sin tener bienes embargables.
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¿Cómo acogerse a esta ley?
El procedimiento es claro y se divide en dos etapas:
- Negociación de deudas: el solicitante propone un plan de pago a los acreedores.
- Liquidación patrimonial (si no se logra un acuerdo): se venden los bienes disponibles para cubrir parte de las obligaciones.
Este trámite puede realizarse en notarías, centros de conciliación autorizados o juzgados civiles del lugar de residencia del deudor.
Más que una ley, una oportunidad
La Ley 2445 de 2025 representa más que una reforma legal: es una apuesta por la estabilidad financiera de quienes se han visto abrumados por sus deudas. Además de ofrecer herramientas jurídicas, esta norma devuelve un bien esencial: la tranquilidad. El mensaje del Estado es claro: reorganizar las finanzas personales no debe ser un privilegio, sino un derecho accesible para todos.