El presidente Gustavo Petro, se refirió al proceso judicial que lleva el expresidente Álvaro Uribe por delitos de fraude procesal y soborno a testigos, y en el que el senador Iván Cepeda aparece como una de las víctimas.
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Petro en una primera oportunidad tuvo palabras para la labor que ha hecho Cepeda en el Congreso, donde realizó debates de control político sobre la infiltración del paramilitarismo en las esferas del Estado y el parlamento.
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“Iván Cepeda decidió continuar una línea qué el Polo Democrático había iniciado con mi trabajo parlamentario: la investigación del genocidio colombiano y su autor: la alianza entre políticos poderosos y el narcotráfico paramilitarizado. Pero Iván no logró el debate en el sitio que para él, debía darse: el Congreso de la República. Sino que fue acusado judicialmente y llevado a tribunales. El proceso se volvió en contra del acusador, y ahora es acusado“, escribió el jefe de Estado en sus redes sociales.
Renglón seguido, Petro declaró como víctimas tanto a Iván Cepeda como a Álvaro Uribe:
“Paradójicamente el antes acusado y el anterior acusado, que se transforma hoy en acusador, en un ” Yo acuso”, que sale de la voz de las víctimas, son ambos víctimas. Sus padres fueron asesinados por el narcotráfico: el padre de Iván, mi amigo el senador Manuel Cepeda, con quien compartí curul en mi primera entrada al congreso, dirigente de la UP, asesinado por la alianza entre generales, gobernantes y narcotraficantes".
No obstante los diferenció señalando las decisiones que tomaron en el transcurso de sus vidas:
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“La diferencia entre las dos víctimas, con sus padres asesinados, es que Ivan perdonó y Uribe no pudo perdonar, lo carcomió el odio y la venganza”, aseveró el mandatario.
Finalmente, Petro enalteció la figura de Iván Cepeda:
“Iván Cepeda, como persona, ha resistido como ninguno, ha pagado con su propia salud, pero ha enseñado a Colombia lo que es la resistencia y la posibilidad de la transformación de nuestra sociedad y de nuestra historia de violenta en pacífica. Es un terco de la paz. Y Colombia necesita, hoy más que nunca, tercos de la paz y no tercos del odio”.