Giovanny Andrés Díaz ha sido sentenciado a 43 años de prisión por su papel en el brutal asesinato de su hijastro, Jerónimo Angulo, un niño de tres años. El caso ha conmocionado a la nación y ha puesto en evidencia la gravedad del maltrato infantil en Colombia.
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El pasado 5 de marzo, el pequeño Jerónimo fue encontrado sin vida en una quebrada de Fusagasugá, Cundinamarca, en un hallazgo que inicialmente parecía un trágico accidente. Sin embargo, la investigación reveló una historia mucho más oscura. Díaz, quien había denunciado la desaparición del niño tras decir que se había perdido mientras jugaba cerca de la casa, finalmente fue identificado como el principal responsable de su muerte.
Durante las audiencias, se confirmó que Díaz había agredido brutalmente al niño en el interior de su hogar. Las pruebas obtenidas de cámaras de seguridad y entrevistas con testigos demostraron que el padrastro maltrató al menor, causándole lesiones fatales. Tras el ataque, Díaz ocultó el cuerpo del niño en bolsas plásticas y un costal, para posteriormente desecharlo en una zona boscosa de la vereda La Aguadita.
El dictamen de Medicina Legal desveló que Jerónimo Angulo presentaba signos graves de violencia y abuso sexual, confirmando la brutalidad del acto. Las investigaciones también revelaron que la madre del niño y sus hermanos pudieron haber sido víctimas de maltrato por parte de Díaz, añadiendo una capa de horror a la ya desgarradora historia.
En cuanto al juicio, Díaz enfrenta cargos por homicidio agravado, tortura y acceso carnal violento, delitos que el acusado sigue negando. Inicialmente, se había previsto que Díaz fuera recluido en la cárcel Modelo de Bogotá, pero su situación cambió y ahora se encuentra en la cárcel de Cómbita, Boyacá. En esta prisión, Díaz permanecerá en aislamiento durante diez días mientras se determina su ubicación final en el sistema penitenciario.
El abogado penalista ha advertido que Díaz podría enfrentar una pena mínima de 50 años de prisión si se confirma su culpabilidad. La sentencia de 43 años impuesta por el tribunal refleja la gravedad de los crímenes cometidos y subraya el compromiso del sistema judicial con la justicia en casos de violencia infantil.
La Fiscalía General de la Nación ha resaltado que el caso no solo implica el asesinato premeditado de Jerónimo, sino que también expone una serie de abusos atroces perpetrados por Díaz. Este caso ha generado una fuerte respuesta pública, resaltando la necesidad de reforzar las medidas de protección infantil y de garantizar que los responsables de tales crímenes enfrenten consecuencias severas.