En la madrugada de este viernes 2 de agosto, seis individuos encapuchados asaltaron la sede del partido Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado, ubicada en El Bejucal, Altamira, Caracas. Los atacantes, armados y sin identificación visible, sometieron a los vigilantes, vandalizaron las instalaciones y robaron computadores de trabajo y documentos confidenciales. Este acto ha generado preocupación por la seguridad de los miembros del partido y ha sido visto como un reflejo de la intensificación de la represión política en el país.
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El partido de Machado denunció el incidente en su cuenta oficial de X, destacando la inseguridad y la persecución política a la que son sometidos. En su mensaje, se hizo un llamado a la comunidad internacional para proteger a los integrantes de la oposición y salvaguardar la integridad del proceso democrático en Venezuela.
El asalto ocurre en un contexto de creciente tensión política tras las recientes elecciones presidenciales, marcadas por disputas y acusaciones de irregularidades. El Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró como ganador al presidente Nicolás Maduro, pero la oposición, liderada por Machado, sostiene que el verdadero vencedor fue Edmundo González Urrutia. Machado ha cuestionado la veracidad de los resultados y la integridad del proceso electoral, alegando un supuesto ataque cibernético que habría afectado los sistemas electorales, dejando un 20% de los votos sin contar.
Asaltan con armas y roban computadores de sede de partido de María Corina Machado en Caracas
En respuesta a los resultados, Machado ha llamado a los ciudadanos a manifestarse en diversas ciudades del país este sábado. Durante una rueda de prensa, instó a la unidad y acción para defender la voluntad del pueblo venezolano. La exdiputada reveló que se encuentra en resguardo debido a posibles represalias. A pesar de las afirmaciones del chavismo sobre su victoria, la oposición mantiene su postura firme y ha presentado actas que, aseguran, confirman la victoria de González Urrutia.
La situación refleja el clima de incertidumbre y tensión que vive Venezuela, donde los derechos humanos y la libertad de expresión están en riesgo. La comunidad internacional observa con preocupación estos eventos, mientras el país enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia reciente.