En los últimos cuatro años, Colombia ha experimentado un significativo aumento de hasta 1.715% en la llegada de estudiantes internacionales, superando los 580.000 alumnos provenientes de diversas partes del mundo, según cifras del Sistema de Matrícula Estudiantil (Simat) del Ministerio de Educación. Este fenómeno, que ha transformado la dinámica educativa del país, ha sido impulsado por diversos factores como el auge del teletrabajo y el desarrollo de importantes proyectos empresariales que han atraído talento extranjero.
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Actualmente, la población extranjera representa el 5,8% de los niños y adolescentes matriculados en el sistema educativo colombiano. Ante la creciente llegada de estudiantes de otros países, un colegio en Medellín se ha destacado al desarrollar un modelo educativo pionero que facilita la adaptación de los alumnos extranjeros al combinar diversas metodologías educativas internacionales como el RULER, HighScope, el bachillerato americano, internacional y la enseñanza de tres idiomas.
Aumentó 1.714% la llegada de estudiantes internacionales a Colombia
Marcela Agudelo, coordinadora de admisiones del colegio Vermont de Medellín, señala que este modelo no solo facilita la integración y adaptación de aquellos que llegan de otras partes del mundo, sino que también enriquece la experiencia educativa de los estudiantes locales, promoviendo una inmersión cultural que fortalece el aprendizaje de cada alumno.
“Más del 17% de nuestra población estudiantil es de otros países, de los cuales alrededor del 70% entran a preescolar y cerca de un 30% a primaria y bachillerato. Contamos con alumnos de Ucrania, Rusia, China, Holanda, EE.UU, Inglaterra, entre otras naciones. La interacción entre estudiantes de diferentes culturas promueve la comprensión global y la tolerancia, contribuyendo al desarrollo de ciudadanos del mundo”, comenta Agudelo.
Uno de los pilares fundamentales de este innovador modelo es la incorporación de la metodología RULER. Esta metodología, desarrollada por la Universidad de Yale, se centra en el reconocimiento, el entendimiento, la clasificación, expresión y regulación emocional de cada estudiante. “Al dotar a los estudiantes con habilidades de inteligencia emocional, buscamos fomentar un ambiente donde la empatía y la comprensión emocional son tan importantes como el rendimiento académico”, puntualiza Agudelo.
Así mismo, agrega que dicho modelo pedagógico se integra con el enfoque HighScope para impulsar el aprendizaje activo y participativo. Por lo que impulsan a los estudiantes a explorar, descubrir y construir su propio conocimiento, fomentando así la autonomía y el pensamiento crítico desde una edad temprana. Este enfoque no solo prepara a los estudiantes para los desafíos académicos, sino que también facilita la adaptación a diferentes estilos educativos.
Además, al contar con acreditaciones como Cognia y de bachillerato internacional (IB), los estudiantes se gradúan con un diploma norteamericano y otro a nivel mundial, por lo que salen con triple titulación, la cual es validada internacionalmente. “La acreditación de Cognia asegura altos estándares de calidad educativa. Mientras que el IB proporciona una educación integral y globalizada que va más allá de la mera adquisición de conocimientos. Esto se evidencia en que más del 25% de nuestros alumnos ingresan a universidades de otros países”, afirma la coordinadora de admisiones del colegio Vermont de Medellín.
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Además, agrega que la enseñanza de diferentes idiomas es fundamental para facilitar el aprendizaje de los alumnos nacionales e internacionales, por lo que han priorizado no solo el bilingüismo de inglés y español sino también la enseñanza del mandarín, un idioma que se ha vuelto cada vez más relevante en el mundo.
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La combinación de estos elementos no solo proporciona una educación de calidad, sino que también facilita la adaptación de estudiantes internacionales. Desde el fomento de la inteligencia emocional hasta la promoción de habilidades lingüísticas globales, este modelo educativo busca crear un entorno donde cada estudiante se sienta no solo aceptado, sino empoderado para destacar en un mundo diverso.