El expendio de Aguardiente Amarillo en Bogotá y Cundinamarca sigue encontrando obstáculos, La Industria Licorera de Caldas (ILC) aseguró que la distribución de la popular bebida fue prohibida nuevamente en el departamento de Cundinamarca, tras una medida que consideraron era ‘arbitraria’.
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Cabe mencionar que cada gobernación tiene la autoridad para permitir el ingreso de las bebidas alcohólicas provenientes de otros departamentos bajo un permiso. La ILC contaba con dicho permiso de la gobernación de Cundinamarca desde hace 10 años; sin embargo, dos años más tarde, en el 2019, la Administración Tributaria Departamental concedió a la ILC un ‘Permiso de Introducción de Licores Destilados’, documento por el cual se permitía el ingreso del Aguardiente Amarillo, una de las bebidas más relevantes de la licorera.
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Sin embargo, el pasado 6 de junio la Gobernación de Cundinamarca no aceptó este permiso, negando así el ingreso del licor al departamento.
A qué se debe la prohibición del Aguardiente Amarillo en Cundinamarca
El gerente de ventas de la ILC, Mauricio Vélez explicó en una entrevista con Blu Radio que todo se habría dado luego de que la gobernación le pidiera un cambio en el registro INVIMA: “‘Ustedes pueden hacer el cambio de registro en el Invima, simplemente nos los notifican y así queda todo listo’”, fueron las palabras que recibió la ILC por parte de las autoridades del departamento.
Sin embargo, tras acatar las medidas impuestas por la Gobernación de Cundinamarca y rebajado el grado de alcohol de 32 a 24 por ciento, la venta del Aguardiente Amarillo volvió a ser negada, y se teme que esta negativa no pueda ser resuelta antes de final de año.
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“Nos dicen que no, que hicimos un cambio rotundo de 32 a 24 grados (de alcohol). Nos lo negaron. (...) Arbitrariamente, otra vez nos están negando la entrada a Cundinamarca”, expresó Vélez.
Entre las razones que dio la Gobernación de Cundinamarca es que se acogieron la norma de monopolios y según sus declaraciones hechas a El Tiempo, en Caldas no se vende licor de Cundinamarca. Cabe mencionar que esta norma busca que los departamentos generen recursos a partir de la producción y venta de sus propias bebidas destiladas.
De igual manera, Vélez aseguró que el número de botellas de Aguardiente Amarillo empieza a escasear en Cundinamarca: “Hasta mayo de 2023, alcanzamos a entrar casi 1′200.000 botellas de Aguardiente Amarillo. Este año íbamos a ingresar alrededor de cinco millones de botellas. (...) Me parece que esto es cerrarle la puerta a un producto. De ese 1′200.000 de botellas ya es muy poco lo que queda”.
