Ser campesino en Colombia es una de las realidades más duras. Trabajar la tierra no suele ser una labor con una remuneración adecuada, a pesar de su innegable importancia. La mayoría de los jóvenes que nacen en la ruralidad deciden dejar sus tierras para sumergirse en la búsqueda de mejores oportunidades en las grandes ciudades. Sienten que en sus territorios no hay alternativas de crecimiento. Sin embargo, aún hay personas que luchan por la resignificación de esta labor: campesinos, comunidades indígenas y víctimas del conflicto armado viajarán a Italia con sus productos agrícolas. Es la primera vez que pequeños productores colombianos llegan a un mercado de grandes, donde solo convergen los ‘pesos pesados’ del mercado.
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Seis asociaciones representarán a Colombia en la “Macfrut 2023″, una de las ferias de frutas y hortalizas con mayor prestigio en el mundo. La región de Rimini, en Italia, será la sede donde se desarrollará este año. Allí los expositores harán la exhibición de sus negocios. Uchuvas, papayas, arándanos, hierbas aromáticas, mangos y hasta ahuyamas, serán algunos de los productos colombianos que pisarán tierras europeas. Con esta participación se espera atraer la atención de inversionistas e incentivar la exportación de productos locales. En pocas palabras, esta oportunidad significa la materialización de un sueño para las comunidades marginales involucradas que nunca han tenido la posibilidad de hacer de su realidad campesina, un negocio rentable y sostenible.
“Nacer en el campo, a los años que yo nací, era una pobreza tremenda, pero le fuimos cogiendo el sabor y soy orgullosamente campesina. Muchas dificultades y todas se van superando. Hoy en día ya somos transformadoras de productos, transformadoras de vida (...) y ahora nos vamos a ir a Italia a mostrar nuestros productos (...) súper, superincreíble, no se lo cree uno todavía (...) las cosas le llegan a uno sin buscarlas”., dijo emocionada Rosa Angélica Duque, representante de la Asociación de Mujeres Buscando Futuro de Marinilla.
Europa se caracteriza por tener estaciones climáticas: hay periodos fríos y calientes. Esto imposibilita el desarrollo agrícola en la zona. Colombia, por el contrario, cuenta con una inmensa riqueza de pisos térmicos, hay variedad de climas y un gran potencial productor. Tal vez fue ahí donde la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), de la mano del Ministerio de Agricultura, encontró la oportunidad de abrirse paso en un mercado desconocido, para desarrollar el potencial agricultor del país.
“Esto es un hito. La Agencia de Desarrollo Rural (ADR) nunca se había involucrado (…) en el mercado internacional (...) tenemos una misión importante (en Rimini) y es que todos los intercambios y todos los conocimientos que vamos a adquirir allá podamos aplicarlos acá”, aseguró Diego Bautista, presidente de la ADR.
Con 7.3 millones de toneladas para la exportación y 39 millones de hectáreas disponibles para el sector agroalimentario, Colombia buscará posicionarse en mercados dominados por otros países. Aunque en los últimos años en el país se han incrementado las exportaciones de productos, se busca, por medio de esta participación en el exterior, propiciar la venta de alimentos que no se pueden cosechar en Europa.
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“Queremos abrir ese mercado, porque nosotros, tenemos que generar no solamente divisas. Abrir nuestra producción al mundo, eso se devuelve en beneficio para el país. No es solamente divisas, es bienestar. Es centrarnos en un mundo global del cual somos parte” Explicó la entonces ministra de Agricultura, Cecilia López Montaño.
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Una cooperación de intercambio internacional permitirá la participación del país en este escenario comercial. La Unión Europea, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y la Universidad de Bolonia son las entidades que hacen parte de la alianza para el desarrollo del proyecto.
Serán seis en total las asociaciones de campesinos y grupos étnicos que viajarán al país europeo y participarán entre el 3 y el 5 de mayo. Algunas de las organizaciones que representarán al país en el “Macfrut 2023″ son: el Resguardo Kankuamo; la Asociación de Mujeres Buscando Futuro de Marinilla, y la Asociación Agroempresarial Nueva Pativaca.
El explorar nuevos caminos económicos será para los campesinos e indígenas participantes, una posibilidad de surgir. Una oportunidad que se abre entre la injusticia y el olvido estatal del que han sido víctimas. Ahora, no solo cargan con la responsabilidad de abrirse paso el mercado; también, llevan en sí el deber de resignificar sus identidades: poner en alto esa identidad que tanto les enorgullece y ejercer con seguridad la profesión que nos da de comer.