Libey Danilo Bravo, sargento viceprimero del Ejército Nacional que había sido secuestrado, finalmente se reencontró con su familia luego de varias semanas de incertidumbre. En el municipio de Arauquita, Arauca, el pasado 14 de febrero, el hombre fue abordado y llevado con rumbo desconocido en una camioneta por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
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Este miércoles 8 de marzo se conoce que el sargento ya habría dio liberado y que fue entregado a la Comisión de la Defensoría del Pueblo encargada de estar al tanto de este procedimiento.
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Tan pronto fue entregado, el sargento recibió un chequeo médico rutinario para verificar que su condición de salud está en regla. Cabe mencionar que el sargento había enviado una prueba de supervivencia a su familia luego de la polémica que se levantó porque esta guerrilla se encuentra en conversaciones con el Gobierno para realizar un Acuerdo de Paz.
Hasta ahora se desconocen más detalles de lo que habría sido la liberación del sargento por parte de la guerrilla, que acotó estar respetando sus derechos humanos durante su cautiverio en el departamento de Arauca.
Luisa Fernanda Velázquez Arena, esposa del sargento, habló con Publimetro y contó la zozobra que ha vivido en los últimos días, desde que se enteró del secuestro de su esposo.
“Los entes competentes dicen que hay que tener mucha paciencia, porque esto puede suceder en cualquier momento, entonces estamos pendientes, muy atentos y con mucha fe de que él va a estar con nosotros pronto”, dijo entonces la familiar del sargento.
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“Mi esposo tiene 38 años, es de Buesaco. Nariño. Él ha estado en diferentes ciudades, yo lo conocí aquí en Facatativá, cuando estuvo en el Batallón de Comunicaciones aproximadamente 8 años. Es una persona muy responsable, dedicada, muy tierno”, recordó su esposa.
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Ella aseguró que durante los 20 años que el sargento ha trabajado con el Ejército Nacional le ha tocado vivir en diferentes partes del país, pero desde hace un año está el municipio de Arauquita, departamento de Arauca. “Ya uno viviendo con ellos, con una persona de la Fuerza Pública, sabemos que en ciertos lugares de Colombia el conflicto armado es complicado. Entonces cuando le salió el traslado para Arauquita yo dije ‘que Dios nos bendiga’, porque nunca nos imaginamos que de pronto este tema del secuestro nos iba a pasar”.
En diciembre el sargento cumplió 13 meses en Arauca, a donde se fue a vivir solo para proteger a su familia de la violencia, de la que precisamente él no se pudo salvar. Afortunadamente, ya se realizó su liberación y se conoce que la Defensoría del Pueblo fue garante en este proceso.
