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“Nos dijo chulos negros”: policía que lució su pelo afro contó discriminación al interior de la institución

La mayor Martha Chaverra habló con Publimetro Colombia y contó las duras consecuencias de haber tenido que alisar agresivamente su cabello durante años

Martha Liliana Chaverra, mayor de la Policía Nacional, primera mujer afro en lucir su cabello suelto cumpliendo su deber
Martha Liliana Chaverra, mayor de la Policía Nacional, primera mujer afro en lucir su cabello suelto cumpliendo su deber

La mayor Martha Liliana Chaverra sonríe mientras cuenta que es nació en Quibdó, Chocó y se crió en la ciudad de Cartagena. Con su voz suave y tranquila cuenta que se unió cuando era pequeña a la entonces ‘Policía de Menores’, hoy llamada ‘Policía Juvenil’, en donde desarrolló amor por el trabajo social y un deseo innato de impulsar a las comunidades, lo que la llevó a estudiar trabajo social en la Universidad de Cartagena.

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Mientras trabajaba en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) se enteró de convocatorias para el proceso de selección de oficiales profesionales en la Policía Nacional y aprobó el filtro para hacer el curso en la Escuela de Cadetes General Santander, siendo de las pocas personas afro que lo habían logrado hasta el momento, hace aproximadamente 12 años.

Desde su entrada a la institución, Martha alega que nunca fue fácil ser mujer y afrocolombiana pues se llevó varias tajadas de racismo, clasismo y machismo que aunque hicieron más difícil su caminar, finalmente la llevaron a convertirse hoy en la cuarta mujer con el rango de Mayor en la institución y la primera en lucir su cabello afro suelto como símbolo contra el racismo en la Policía Nacional. Fue la primera mujer comandante del grupo Operativo Antinarcóticos de la ciudad Tuluá antes de llegar al equipo de protocolo de la Vicepresidencia de la República, en donde vio posesionarse a la primera mujer afro vicepresidenta, Francia Márquez.

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En la Policía Nacional las mujeres con cabellos afro o rizados no han tenido otras opciones que acudir a tratamientos alisadores con soda cáustica, que en el caso de la Mayor le provocaron quemaduras de segundo grado en la piel de la cabeza, oreja y bordes del rostro. Actualmente hay estudios que comprueban que estos tratamientos incrementan el riesgo de sufrir cáncer de útero, de seno, alopecia cicatricial, osteoporosis en el cráneo, problemas respiratorios, quistes, miomas, entre otros problemas de salud. Martha Chaverra se convirtió en la primera mujer en apartarse el estereotipo y servir como ejemplo para sus compañeras afro.

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Publimetro Colombia habló con la Mayor para conocer su vida, sus preocupaciones y vivencias más allá de su espectacular y despampanante cabello afro, que lució con orgullo en un ceremonia oficial en la que se le ascendió al rango de Mayor y en la que ella misma explica que quería enviar un mensaje claro y contundente de amor propio a sus demás compañeras.

¿Qué obstáculos tuvo al unirse a la Policía Nacional?

No fue fácil, la verdad. En esa época todavía existían recelos para que oficiales afro ingresaran a la Policía Nacional y mucho más a hacer curso de oficiales. Tenían que haber unas condiciones económicas para poder pagar esa carrera. Vengo de una familia con una mamá humilde y trabajadora, que no teníamos todas las condiciones, pero toda mi familia me apoyó.

Uno se encuentra con personas con diferentes personas, con diferentes conceptos, y no hay que negar que uno siempre sufre con algunos señalamientos de compañeros. Al ser de las más jóvenes de ese curso con rango profesional recibí comentarios, pero siempre fui muy segura de lo que quería y nunca le di importancia a comentarios racistas o clasistas, porque estaba con muchos compañeros con un nivel económico más alto que el mío.

Más allá del cabello y las dificultades que han tenido con el porte del uniforme en este sentido, ¿qué otras dificultades identifica para las mujeres y personas afro en la institución?

Todavía hay estereotipos. Cuando uno socialmente no tiene una condición económica elevada, como la de otros compañeros, no faltan los comentarios fuera de contexto de algunos compañeros. No solo yo he vivido eso, sino muchos otros. Por no generar polémica uno no lo habla, pero decir que no lo vivimos en la escuela sería mentira, porque en mi grupo tenía otros 7 compañeros afro.

Dentro de las que más alzó la voz en la escuela fui yo, con mucho profesionalismo y sin pasar los límites hacía ver mi molestia de comentarios, porque muchos eran crueles. Nos decían que nuestra fruta favorita era el banano porque era la fruta de los simios, que no nos acercáramos mucho a la pared porque la ensuciábamos, cosas que disfrazan como “chistoso”, pero la verdad es que duelen.

El tema del cabello es algo que lo vivimos tanto hombres como mujeres, pero los hombres lo solucionan fácil con un corte de cabello, a las mujeres nos toca más complicado y allí aparecen los alisados agresivos.

¿Qué medidas tiene la Policía para contener o combatir esa violencia racista dentro de la institución?

Las leyes que se han sacado entorno a la discriminación racial y las organizaciones de derechos humanos han ayudado a contener y a solicitar acciones a todas las fuerzas militares. Sin embargo, se seguían presentando. Entre los años 2014 y 2015 denuncié un hecho de racismo ante la institución, está en los archivos, por parte de unas compañeras de mi grupo que a una compañera y a mí nos dijeron “chulos negros”.

Se realizaron las trámites investigativos pero la realidad quedó en nada. Eso pasó y fueron testigos muchos compañeros, pero no trascendió. Mi deber fue denunciarlo aunque muchos me dijeron que no lo hiciera porque no servía de nada y efectivamente así pasó, pero yo cumplí con mi deber. Surgieron los canales de defensa, pero vieron suficientes evidencias para tomar otras medidas, pero el hecho fue real y no solamente pasó conmigo, junto a mi compañera hicimos el trámite.

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¿Cómo ha visto la evolución del trato dentro de la institución hacia personas de distintas etnias y comunidades?

La Policía ha evolucionado en términos de cifras. Comparado con hace 14 años, ahora somos más las mujeres y hombres afro asociadas a planes de inclusión. Hoy existen convenios con INL donde se dan becas para que el personal afro con dificultades económicas puedan acceder con mayor facilidad a la Policía. Cuando yo ingresé no existían esas posibilidades y eso es un avance.

Seguimos siendo minoría, pero ya ha aumentado el ingreso porque la eliminación de esa barrera económica sí ha facilitado que muchos más se unan. En el grado de oficial, debo ser yo la tercera o cuarta mujer más antigua de toda la Policía Nacional con grado de Mayor, porque Coroneles no hay y deberíamos haber más. Esperamos seguir avanzando, no estamos pidiendo que nos regalen nada, pues nuestras capacidades y métodos nos permitirán seguir avanzando.

¿Qué ha significado para usted ser la primera en portar su cabello afro suelto?

Al pasar los años uno va viendo que se deteriora físicamente. Es una realidad comprobable que yo tuve tratamientos de fertilidad para poder tener a mis hijos. Ahí es cuando uno dice que es el momento de hablar. Hace 8 años elevé la petición y formulé la preocupación a mis superiores. Muchas desconocen las cosas que han salido últimamente sobre estas afectaciones por los alisados porque no las han tenido que vivir.

Mis compañeras pusieron sus esperanzas en mí porque alcancé el rango de Mayor, porque me dijeron que a ellas no las escucharían por ser patrulleras o subintendentes. Si el día de mañana me voy de la institución me voy tranquila de que hice lo que pude por mis compañeras afro.

También hay algo detrás de eso, a parte de la afectación médica (nos quemamos, nos duele el cuero cabelludo, nos quedamos estériles, miomatosis, etc.) viene un tema de imagen y de autoestima. “Si me dejo mi cabello me voy a ver fea y se van a burlar de mí”, me han dicho varias, porque fue lo que el estereotipo que nos vendió. Entonces poder yo hacerlo y utilizar mi voz de protesta es decirles “mírense reflejadas y díganme si yo me veo fea”, para que realmente se den cuenta de que no nos vemos feas y recuperemos ese autoestima que hemos perdido.

Tras la ceremonia de ascenso llegué a Vicepresidencia y muchas oficiales me abrazaron y me dijeron “usted se ve bella. Ya no me voy a sentir fea”, ese es el ejemplo de amor propio que yo quería mostrarles a ellas. Ese es el mensaje de fondo, que ellas también puedan verse a sí mismas y decir “me veo hermosa”, a pesar de los comentarios de otros.

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