Desde que Gustavo Petro ganó las elecciones, varias han sido las polémicas y debates que se han dado sobre sus decisiones. Uno de los más fuertes en las últimas semanas está relacionado con los jóvenes que fueron capturados durante las protestas del llamado Paro Nacional.
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Según las declaraciones del presidente, “centenares de jóvenes que fueron detenidos en las protestas en las que se registraron desmanes en diferentes departamentos de Colombia, serán liberados antes de la Noche Buena”.
Lo anterior, generó toda una ola de comentarios y reacciones. Tanto así que el mismo ministro de Justicia se pronunció rechazando el que se liberen a los jóvenes y explicó que, “Ellos fueron capturados por cometer delitos contra la constitución y la ley colombiana, no por manifestarse pacíficamente. Los que se manifestaron pacíficamente fueron protegidos y están en sus casas pero en este caso 303 de ellos cometieron delitos como terrorismo en 103 oportunidades, homicidio en 23 casos, acuchillaron a patrulleros, destruyeron el sistema de transporte público como los buses de Transmilenio o los CAI en los barrios”.
El Salvador y su guerra contra las pandillas
Ahora bien, bajo esa misma postura, el exviceministro de Justicia, Pablo Felipe Robledo, se fue de frente contra el mandatario colombiano. Sobre el particular trinó: “Estos pandilleros de El Salvador se me parecen mucho a los “Gestores de Paz” que va a nombrar este desgobierno insultante de @petrogustavo”. El comentario rápidamente se tomó las redes sociales donde varios lo apoyaron y otros lo rechazaron.
Cabe destacar que, actualmente en el Salvador se vive una guerra contra las pandillas. La política de Bukele ha dejado según cifras de la BBC, a 57.000 personas arrestadas bajo sospecha de estar afiliadas a pandillas de maras desde marzo del 2022.
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Con esta política, la cifra de homicidios en el país ha tenido una baja notable y varias de las zonas más peligrosas viven una calma nunca antes vista. Sin embargo, diariamente salen a la luz denuncias de decenas de personas que reclaman que sus familiares nunca han tenido o tienen relaciones directas con las pandillas.