En el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer se percibe un aire de sentimientos encontrados. En Colombia el último años se han reportado casi a diario casos de mujeres agredidas, violentadas, abusadas y acosadas. Aunque los esfuerzos de los movimientos de mujeres en el país son cada vez más influyentes, todavía hay mucho camino por delante. Así lo retrata el panorama expuesto por ONU Mujeres con representación en Colombia.
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ONU Mujeres señala que la violencia contra las mujeres y las niñas es la violación de los derechos humanos más extendida en todo el mundo. Esto, pues cada once minutos una mujer o niña es asesinada en manos de su pareja íntima o algún miembro de su familia. Además, desde la pandemia de COVID-19 y las perturbaciones económicas han agudizado la violencia que se materializa en agresiones físicas y verbales.
En el mundo 1 de cada 3 mujeres a lo largo de su vida, es decir, alrededor de 736 millones, son objeto de violencia física o sexual por parte de su pareja, de alguien que no es su pareja o de ambos. Esto, traducido en tiempo y según Bibiana Aído, representante en Colombia de ONU Mujeres, arroja el terrible resultado de que cada 18 segundos una mujer es violentada a nivel mundial. La pandemia también dejó un saldo de 7 de cada 10 mujeres afirmando que el abuso verbal o físico por parte de la pareja se volvió más común y 6 de cada 10 consideran que el acoso sexual en los espacios públicos empeoró, según acota la organización internacional.
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Aído también es clara en señalar que el acoso en las calles es una situación que se ha normalizado y que está subestimada. “No hay información realista ni datos concretos que puedan ser verificables. Huy mucho miedo por parte de las mujeres para denunciar por el estigma que esto pueda provocar”, explicó.
En América Latina, de acuerdo con las cifras más recientes del Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL, se encuentran 14 de los 25 países con mayor número de feminicidios en el mundo: 4,640 casos de feminicidios para 18 países de América Latina y 6 del Caribe. Las tasas más altas de feminicidios por cada 100,000 mujeres se registran en Honduras (6,2), El Salvador (3,3), República Dominicana (2,7) y el Estado Plurinacional de Bolivia (2,1).
En Colombia, según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal, 30.436 mujeres fueron víctimas de violencia de pareja en 2021, 3.966 casos más de los registrados en 2020, el cual registró 26.470.
¿Cómo contribuir a eliminar las violencias?
ONU Mujeres señala que principalmente se debe reconocer el papel fundamental que tienen las personas y los movimientos por los derechos de las mujeres en la prevención y eliminación de esta problemática. Por esto, se debe impulsar el cambio y la elaboración de políticas en contextos nacionales y transnacionales, pues los países con fuertes movimientos feministas adoptaron, en promedio, 3 veces más medidas que abordan la violencia contra la mujer que los que no lo hacen, según arrojó un estudio de este año de ONU Mujeres y PNUD 2022.
A pesar de estas pruebas, las organizaciones de derechos de las mujeres y los movimientos feministas autónomos siguen estando desfinanciados, a pesar de los grandes avances que se han logrado con gestión de los mismos. #MeToo, #NiUnaMenos, #TimesUp han sido movimientos gestionados por mujeres y que han puesto el grito en el cielo generando un cambio sin precedentes. La movilización mundial ha ayudado a que haya urgencia en la prevención y la respuesta a la violencia contra las mujeres y las niñas, lo que ha generado más presión en los Gobiernos.
Respecto a la violencia y acoso sexual en las calles de Colombia, la representante de ONU Mujeres en Colombia, Aído, es clara en recomendar que el Gobierno implemente política pública de enfoque de género en los espacios púbicos. “Eso conlleva desde la generación de datos, desde la transformación de imaginarios, porque hay muchos estereotipos que sustentan estas formas de violencia, desde la planeación con enfoque de género: cómo se ve y se diseña el transporte público, los parques, los mercados, los temas de iluminación, de visibilidad. Todos estos aspectos pueden utilizarse y están comprobados en otros países. Bogotá en ese sentido está dando pasos con el programa Ciudades Seguras, pero son mucho más los retos que las victorias”.
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“Colombia tiene una gran oportunidad de revertir este flagelo contra las mujeres y las niñas con el actual proceso de construcción del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, en el que existe la oportunidad de que sea incorporado un capítulo de género que garantice los derechos de las mujeres y la igualdad de género desde la transversalidad y que permita la implementación y seguimiento de las leyes e instituciones encargadas de prevenir, atender y sancionar este tipo de violencia que cada día cobra más víctimas en los centros urbanos y rural”, acota ONU Mujeres al respecto.
El Secretario General de la ONU, António Guterres habló sobre la problemática y emitió el primer llamado enérgico al Estado para que pase a la acción y se comprometa a generar consciencia, además de impulsar los esfuerzos para acabar con estas violencias, mediante el lema ¡Únete!, activismo para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.
“El Estado debe seguir redoblando sus esfuerzos y su compromiso de atender, sancionar y prevenir la violencia contra las mujeres y es hora de que toda la sociedad, hombres y mujeres de todas las edades y en todo el país alcen su voz y asuman también un compromiso para que la violencia contra las mujeres se detenga de una vez por todas”, concluye la organización.