Esta es la historia de una mujer que acudió un día a las redes sociales para anunciar que estaba buscando trabajo como empleada doméstica en Neiva. Ahí, el presunto violador aprovechó para hacerse pasar por una mujer y por medio de engaños logró convencerla de trabajar juntos.
La charla se desarrolló por Whatsapp; ahí el victimario le dijo que era una mujer y que necesitaba un servicio de aseo en su casa. Para concretar la oferta laboral, la citó a uno de los centros comerciales más exclusivos de la ciudad y dijo que su hijo (que era él mismo) la recogería para llevarla hasta la vivienda.
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Entonces, le dio indicaciones a la mujer hasta llevarla a una zona restringida y una vez ella adentro, el sujeto apareció con un arma de fuego y la intimidó. Hizo que ella entrara a una escaleras de emergencia y ahí la violó y le robó sus pertenencias, ente esas su celular.
Tiempo después, en las cámaras se ve al sujeto escapar del sitio y a los pocos minutos la víctima sale del lugar pidiendo ayuda a los guardias de seguridad del centro comercial.
La joven acudió de inmediato a la Policía y una de las uniformadas se puso en la tarea de buscar al agresor. Así se dieron cuenta que el hombre había citado en el mismo lugar a otra víctima. Horas después lograron su identificación y descubrieron que había viajado a Bogotá y de ahí a Cali.
La directora de la Dijín, coronel Olga Salazar, destacó en Noticias Caracol la valentía de la víctima para denunciar a tiempo el hecho. “Es importante la recolección testimonial y la verificación de la otra víctima que también había sido citada”, indicó en el noticiero.
El grupo especial ‘Caza abusadores’ de la Dijín llegó hasta Cali y ahí realizó la captura del hombre, que tenía varias anotaciones judiciales por varios delitos. Se comprobó que era cocinero, oriundo de la capital del Valle del Cauca y no tenía ningún nexo laboral o familiar con Neiva.
Finalmente se le imputaron los delitos de acceso carnal violento y hurto agravado calificado.