La noticia de la llegada del tan esperado primer vagón del Metro de Bogotá significa un hito importante en la historia del país y la cultura de la ciudad. Y pese a estar aún en la fase de pruebas, las fotos publicadas por la alcaldesa Claudia López en Twitter confirman que la primera línea del metro ya es un hecho.
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Sin embargo, mientras que el vagón logra su recorrido de 65 días desde China hasta Barranquilla, las dudas sobre su funcionamiento y efectividad no se hacen esperar. Para nadie es un secreto que la promesa de un metro lleva puesta sobre la mesa desde hace más de 70 años, caso contrario al Metro de Medellín, que fue puesto en marcha en noviembre de 1995.
Aún así, con sus retrasos, problemas y beneficios, ambos sistemas de transporte cuentan una historia diferente y propia que le trae al país una apuesta que, de una manera u otra, logra despertar las emociones de los colombianos.
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Metro de Bogotá, ¿tecnología de punta o un sistema obsoleto?
La presentación del proyecto recibió la ayuda de una nueva tecnología llamada Building Information Modeling (BIM) que, según Mateo Franco, ingeniero de la Universidad Manuela Beltrán, “es una plataforma de interacción virtual en 5D que fue inaugurada este año y se utiliza para conocer qué cantidad de material de construcción se necesita para realizar las obras arquitectónicas”.
Las autoridades en el tema aseguran que el nuevo sistema tecnológico del Metro contará con la más alta calidad, además de contribuir significativamente al cuidado del medioambiente. Prometen que será 100 % eléctrico y de conducción totalmente automática, controlado por un CTBC, es decir, un sistema tecnológico de control de trenes basado en comunicaciones. Esto con el fin de conocer la localización exacta del metro, disminuir el riesgo de accidentes y mejorar los tiempos de viajes de los usuarios.
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Los trenes tendrán una longitud de 135 metros y una capacidad para 1.800 pasajeros. Asimismo, los vagones tendrán un sistema de circuito cerrado de televisión que permitirá una vigilancia minuciosa y la detección de posibles riesgos o casos de emergencia en su interior. Las puertas están diseñadas para que no queden espacios entre el vagón y la plataforma de las estaciones, para lo que contará con una estructura PDAP de una altura mínima de 2,4 metros.
Por su parte, el Metro de Medellín, que desde hace 27 años se ha encargado de conectar la ciudad con los municipios del área metropolitana, es operado por el sistema estándar TETRA, que es utilizado por redes de cuerpos oficiales de emergencia y transporte en varias ciudades.
Como el de la capital, este cuenta con un circuito cerrado de televisión de 3.000 cámaras distribuidas por la ciudad que garantizan la seguridad de sus usuarios. Además, posee un sistema de sensores en los rieles que registra el peso que ejerce cada rueda del tren al pasar y notifica automáticamente la existencia de algún problema.
Con más de dos décadas de funcionamiento, sus renovaciones e innovaciones han sido contantes para lograr una optimización en el sistema, lo que no ha sido un impedimento para que sea considerado un logro en el desarrollo del país.