Este lunes 20 de diciembre, más de 800 personas de la comunidad Embera Chamí, que estaban en la UPI de la Florida, volvieron a la verada Bakú, de Pueblo Rico, Risaralda. Se trata del segundo plan de retorno que se lleva a cabo en menos de un mes.
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Las autoridades locales se encargaron del traslado de los enseres (60 toneladas) y de conseguir los buses para el viaje de los indígenas. Además, garantizaron las condiciones de bioseguridad y brindaron la alimentación para el traslado.
“Bogotá seguirá acompañando y facilitando este proceso de retorno a los territorios que es otro paso para consolidar la paz en esos lugares. Así las cosas, ya son más de 1.200 indígenas los que han regresado a sus hogares gracias al trabajo articulado entre las entidades del Distrito y la nación”, destacó Vladimir Rodríguez, Alto Consejero de Paz, Víctimas y Reconciliación de Bogotá.
Según lo estipulado, no todos los indígenas que viajaron a su territorio habían sufrido recientemente un hecho victimizante en el marco del conflicto armado. De hecho, una parte fueron personas que llegaron a Bogotá bajo otras condiciones; decidieron aprovechar este proceso para volver a sus lugares de origen.