La tarde del 11 de agosto quedó marcada por la tragedia en el barrio Villa Paula, municipio de Itagüí, Antioquia. Lo que parecía un paseo cotidiano terminó en un hecho desgarrador: Esteban Yepes, un joven de tan solo 19 años, perdió la vida cuando sacaba a su perro a caminar. El ataque, perpetrado por un habitante de calle, generó conmoción no solo en la comunidad, sino en todo el Valle de Aburrá.
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Las cámaras de seguridad de la zona registraron la secuencia que enlutó a una familia. Esteban había salido de una tienda de mascotas, donde minutos antes recibió asesoría para el cuidado de su perro. Al cruzarse con un hombre en condición de calle, nada parecía fuera de lo normal. Sin embargo, segundos después, el individuo regresó, lo alcanzó por la espalda y lo atacó con un arma cortopunzante. Luego huyó del lugar, dejando tras de sí el dolor y la incredulidad de quienes presenciaron la escena.
“No cruzó palabra con él y lo atacó”: testigos del crimen que enluta a Itagüí
El agresor fue identificado como William de Jesús Cadavid, de 67 años. Según los testigos, el ataque se produjo sin mediar palabra alguna. “Una persona en situación de calle en el centro de la ciudad, sin mediar palabra, le quita la vida a un joven de 19 años”, confirmó Rafael Otálvaro, secretario de Seguridad de Itagüí.
Uno de los últimos en ver con vida a Esteban fue Fabián Carvajal, trabajador de la tienda de mascotas: “Ese día yo lo atendí como siempre lo había hecho. Le di la asesoría y todo. Fue cuestión de segundos, él salió, y cuando me di cuenta, ya lo habían apuñalado”.
Los relatos coinciden en la ausencia de provocación. Fernando Galeano, testigo del hecho, aseguró: “Nada. Ellos no cruzaron palabra. El asesino bajaba por la calle y en el momento en que el peladito salía, él se devolvió y ahí mismo lo atacó”. El joven aún alcanzó a caminar unos metros antes de caer al suelo, donde vecinos intentaron auxiliarlo, pero sin éxito.
Tras el ataque, las cámaras de seguridad permitieron seguir el recorrido del agresor, quien fue interceptado por la Policía horas más tarde. “Gracias al seguimiento de las cámaras y la información aportada por la comunidad se logró identificar las características del atacante”, explicó el coronel Gustavo Rodríguez, subsecretario de la Policía del Valle de Aburrá.
En el barrio, el vacío que dejó Esteban es inmenso. Sus vecinos lo describen como un joven tranquilo, respetuoso y dedicado a sus estudios. Diana Osorio, residente del sector, lo recordó con afecto: “Siempre lo veíamos pasear su perrito, era muy juicioso, callado y nunca se metía en problemas”.
Sobre el agresor, algunos habitantes señalaron que ya había tenido comportamientos conflictivos. “Aquí en la carnicería pedía plata y cuando no se la daban, armaba problemas. En la panadería le daban pan y lo pisaba, era un desagradecido”, relató nuevamente Galeano.
El sepelio de Esteban Yepes se realizó en Concordia, Antioquia, su tierra natal. Entre tanto, un juez legalizó la captura de William de Jesús Cadavid, y en las próximas horas continuará la audiencia de imputación de cargos y medida de aseguramiento, en medio del clamor ciudadano que exige justicia por un crimen tan absurdo como doloroso.