Este viernes, 31 de marzo, sobre el mediodía se conoció un nuevo caso de justicia por mano propia en el centro de Medellín, en donde un presunto ladrón fue capturado por la comunidad y golpeado. Además, le quitaron la moto en la que se movilizaba y la quemaron.
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A través de las redes sociales se conocieron las imágenes del hecho, en el que intervinieron dos mujeres para evitar que la golpiza pasara a mayores.
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Ladrón capturado en el sector El Hueco
De acuerdo con las primeras versiones, en el sector El Hueco fue capturado un presunto ladrón al que la comunidad detuvo y golpeó. Además, le quitaron la moto en la que se transportaba y le prendieron fuego.
“¡Ya, ya!”, gritaba una de las mujeres que tenía rodeado al presunto ladrón que ya estaba sangrando por la boca y al que querían golpear todos los que pasaban por el lado.
“¡Mata a es hp, denle duro!”, gritaba uno de los espectadores de la golpiza, mientas las mujeres se interponían.
Luego aparece otra mujer que le pregunta: “¿Dónde está el celular? ¿A quién se lo diste?”. Después otro hombre lo agarra y le grita: “¡Sáquelo pues! ¡Ya! ¡¿Cómo le vas a robar pirobo?!”. Sin embargo, en las imágenes no se logra observar si el sujeto entregó o no el aparato.
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Al final, decenas de personas rodearon el lugar en el que se fundía en las llamas la motocicleta.
Cabe resaltar que las autoridades han hecho el llamado permanente a que los ciudadanos para no tomar justicia por mano propia cuando capturan a un delincuente en flagrancia. Indican que quienes sean individualizados e identificados plenamente en las agresiones pueden enfrentar un proceso judicial.
El abogado penalista Camilo Burbano le dijo a Semana que “un ciudadano puede realizar una captura siempre y cuando se cumplan cierto tipo de requisitos. Primero, la captura debe ser en flagrancia o que sea sorprendida momentos después de la comisión del delito con los elementos producto del delito. En estos casos, los ciudadanos pueden ejercer la captura en ejercicio del artículo 95, numeral 2 de la Constitución Política de Colombia y, además, el artículo 301 del Código de Procedimiento Penal Colombiano”.
