La industria de bebidas en Colombia atraviesa una transformación. Consumidores más informados, exigentes y curiosos están impulsando un cambio de enfoque en el mercado, donde la técnica, el origen y la historia detrás de cada producto toman protagonismo. Este fenómeno ha elevado el rol de los bartenders, sommeliers y maestros cerveceros, quienes hoy se consolidan como figuras esenciales en la creación de experiencias gastronómicas y sensoriales memorables.
La coctelería crece a doble dígito y eleva la demanda por creatividad y técnica
El auge de la coctelería en Colombia y en Latinoamérica se ha acelerado en los últimos años. De acuerdo con el Latin América Cocktail Market, este segmento crecerá a una tasa compuesta anual superior al 15 % entre 2024 y 2030, reflejando un consumidor que busca bebidas más elaboradas, personalizadas y con narrativa.
En este contexto, el papel del bartender se transforma: ya no solo prepara bebidas, sino que construye experiencias. Su labor combina precisión técnica, storytelling y dominio de ingredientes, logrando que cada mezcla tenga una identidad propia y se convierta en un viaje sensorial para el cliente.
El vino consolida su presencia: 43 millones de botellas al año en Colombia
El vino también ha tomado fuerza en la preferencia del consumidor colombiano. Según cifras del Grupo Éxito divulgadas durante la edición número 19 de Expovinos 2024, en el país se consumen 43 millones de botellas de vino al año, generando un mercado valorado en cerca de US$330 millones.
Entre las preferencias, el vino tinto domina con el 62 % del consumo, mientras que Bogotá lidera como la ciudad con mayor participación, alcanzando el 45,7 % del mercado nacional.
Este crecimiento va de la mano del rol del sommelier, cuya experiencia en terroirs, notas sensoriales y maridajes permite que el consumidor conecte con la esencia y el origen de cada botella, ampliando su conocimiento y afinando su paladar.
La cerveza mantiene su fortaleza: 51,4 litros per cápita y un consumidor más exigente
El mercado cervecero sigue siendo uno de los más sólidos del país. En 2024, el consumo alcanzó los 51,4 litros por persona al año, según datos de Euromonitor, lo que evidencia el vigor de esta categoría y el creciente interés por productos de mayor calidad.
Ante este escenario, las marcas premium requieren un servicio experto y procesos más rigurosos. Heineken se ha posicionado como referente global gracias a un meticuloso proceso de elaboración que destaca por:
- Ingredientes naturales: cebada malteada, lúpulo y agua.
- Levadura Tipo A: exclusiva de la marca, responsable de un sabor fresco, balanceado y ligeramente afrutado.
- Fermentación en tanques horizontales: técnica poco común que mejora la interacción con la levadura y garantiza un sabor limpio y consistente.
A esto se suma el ritual del servido, una técnica ejecutada por maestros cerveceros que garantiza la temperatura adecuada, la formación correcta de espuma y un vertido que potencia todos los atributos de la cerveza.
“La experticia en el servido cervecero es tan importante como los ingredientes que usamos. En Heineken trabajamos con procesos de clase mundial para asegurar una experiencia memorable en cada ocasión”, afirmó Sergio Guevara, gerente de marca de Heineken Colombia.
El experto: el nuevo protagonista de la experiencia de consumo
En un panorama donde el consumidor busca autenticidad, técnica y conocimiento, los profesionales del sector se convierten en el corazón de la experiencia:
- El bartender, que crea desde la técnica y la narrativa.
- El sommelier, que interpreta el origen y guía el camino sensorial del vino.
- El maestro cervecero, que perfecciona procesos para entregar sabor y calidad.
Cada uno, desde su oficio, reafirma que detrás de una gran bebida siempre hay un experto que domina su arte.

