Colombia no es tierra de viñedos, pero sí de sabores. Y aunque durante años el vino fue visto como un lujo reservado solo para celebraciones, hoy cada vez más personas están comenzando a integrarlo a su día a día. ¿Y si le dijéramos que un ajiaco o una bandeja paisa pueden saber aún mejor con una copa de vino?
Esta nueva tendencia culinaria propone una fusión entre la gastronomía colombiana y el vino como una forma diferente de disfrutar nuestros platos típicos. En esta propuesta entra en escena Pinta Negra, una línea de vinos portugueses que ofrece opciones blancas y tintas con gran carácter gastronómico.
¿Qué vino va con qué? Aprenda a maridar los sabores locales
1. Vino blanco: frescura para ceviches, sopas y fritos
Es una mezcla de las uvas Fernão Pires y Arinto, que juntas ofrecen un vino ligero, fresco y expresivo. Notará aromas florales, cítricos, frutas tropicales y una acidez que realza los sabores.
Este vino resulta ideal para acompañar:
- Ceviches colombianos, tanto tropicales como los de la Costa Pacífica
- Pescados blancos como tilapia, trucha o cachama, preparados a la plancha o en encocado
- Fritos tradicionales, como carimañolas, aborrajados o arepa de huevo
- Sopas como el ajiaco santafereño, sancocho y mote de queso
- Amasijos y tamales, especialmente si desea una experiencia más ligera
Al integrar este vino en su mesa, usted descubrirá que la frescura del blanco puede equilibrar perfectamente la intensidad de nuestras recetas.
2. Vino tinto: cuerpo y carácter para platos contundentes
Por su parte, es una mezcla de uvas Castelão y Aragonêz (Tempranillo). Su perfil incluye notas a frutos negros, especias y taninos suaves, ideal para realzar platos de cocción lenta y sabores intensos.
Usted puede disfrutarlo con:
- Posta negra cartagenera
- Sobrebarriga en salsa criolla
- Cabrito santandereano
- Bandeja paisa o ternera a la llanera
- Cuy preparado en el sur del país
Además de realzar los sabores, este vino puede ayudar a una mejor digestión y aportar una experiencia más redonda en boca.
Rompa mitos: el vino no es solo para ocasiones especiales
Muchos colombianos siguen creyendo que el vino es un lujo o un producto ajeno a nuestra cultura. Sin embargo, según la sommelier Catalina Rúgeles, ese pensamiento está cambiando.
“Durante años, el vino fue visto como un lujo lejano, ajeno a nuestra mesa diaria. Pero esa percepción está cambiando. Nuestra cocina es muy compatible con el vino por sus ingredientes, su elaboración y su riqueza en sabores. Solo hay que animarse a probar, sin miedo ni pretensiones”, afirma.

