Dentro de las tendencias de la industria el año pasado primó una mezcla entre la cotizada comida “real”, la más natural, la más casera, esa llamada comfy food, y la búsqueda de opciones de proteína a base de plantas, comida “del laboratorio a la mesa”. Tendencias que parecen contradictorias pero que coexisten.
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¿Por qué algunas de las tendencias que vimos nacer en años recientes siguen vigentes o parecen crecer? Justamente porque al contrario de las modas, las tendencias son corrientes que permanecen vigentes por tiempo más prolongado y crean patrones comportamentales que impactan a más largo plazo. Tienen eco.
Haciendo un análisis de las tendencias pronosticadas para el 2023 por empresas especializadas, periodistas gastronómicos y aplicaciones, comparto las que más me resuenan.
Siguiendo la tendencia de buscar alternativas vegetales para garantizar una alimentación sostenible, tanto para consumidores más conscientes como para quienes quieren experimentar con sabores, llegan las algas.
Para la escritora de gastronomía y viajes Kayla Stewart, este superalimento viene sobre todo en la variedad kelp, o quelpo, el alga Phaeophyceae que sale muy bien librada en la conversación recurrente de sostenibilidad pues se le atribuye la capacidad de absorber carbón de la atmósfera. El alga se usará fresca, en ensaladas, salsas y hasta bebidas, en cápsulas o en polvo.
La pasta entra ahora a la oferta de alimentos plant-based, donde estaban ya las leches alternativas como la de almendra y la de avena y una gama de quesos veganos, además de las muchas formas de “carne no carne” que ya se consiguen congeladas en los supermercados del país y se sirven en algunos restaurantes de comida rápida.
Esta pasta a base de plantas está elaborada sobre todo con zanahoria, zucchini o coliflor. Esta tendencia se enmarca en la “veganización” de recetas tradicionales, la preparación de las recetas clásicas con un twist que las haga aptas para veganos.
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Para The Fork, la aplicación de reservas online de Tripadvisor, este año viviremos una vuelta al origen y a lo natural. ¿Será una evolución de la tendencia de localismo que hemos visto fortalecerse desde la llegada del Covid-19?
Se impondrán el gusto por los platos tradicionales y por los espacios rurales, así como las experiencias gastronómicas inmersivas y la agricultura urbana.
Se espera que TikTok siga creciendo en cantidad de contenidos gastronómicos, presentándose como una red alternativa donde Instagram llevaba muchos años reinando sola.
Este año se fortalecerán las colaboraciones, los productos y espacios que resultan de la unión de distintas disciplinas, categorías y marcas.
Se esperan, por ejemplo, más colecciones de moda inspiradas en alimentos y bebidas, o en cadenas de restaurantes, como las líneas de zapatos informales lanzadas recientemente por Coca-Cola y McDonald´s.
En la conversación de bebidas, la tendencia del regreso al origen, la reconexión y preservación del pasado, se manifiesta con el peso que empiezan a tener las bebidas ancestrales, arraigadas a tradiciones de comunidades. Sin ir muy lejos, este podría ser el año del viche en Colombia, si se agiliza la reglamentación de su registro sanitario y la certificación de los vicheros tradicionales, procesos en desarrollo que siguieron a la ley del viche de 2019 que protege a las bebidas ancestrales de las comunidades indígenas y afrocolombianas.
Más información en @mercadeocentral
