¡Más fácil que hervir un huevo! Hemos escuchado esta frase cuando nos queremos referir a una actividad que es sumamente sencilla, que hasta un niño podría hacer. Sin embargo, hervir tiene su técnica según el alimento que deseas cocinar. Es por ello que el sitio web Directo al Paladar nos enseña más detalles sobre esta forma de cocción y qué debemos tener en cuenta para que no desaprovechemos ningún nutriente en el proceso.
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Hervir es uno de los métodos de cocción más utilizados y antiguos en la gastronomía. Consta de introducir el alimento en un líquido (generalmente agua, leche o caldo), en ebullición por un lapso de tiempo que dependerá del alimento.
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Ventajas y desventajas de hervir
Hervir, como todo método de cocción tiene ventajas, pero también sus desventajas. Entre sus puntos positivos está que no será necesario emplear grasas, por lo que es de las técnicas favoritas de la población fitness y de personas con ciertos requerimientos alimenticios, por ejemplo personas con problemas digestivos. Muchos cabezas de hogar prefieren hervir sus alimentos para darles una mejor alimentación a los miembros de su familia.
Lamentablemente su desventaja recae en que este tipo de cocción hace que se pierdan nutrientes, minerales y vitaminas, algunas personas tienen la creencia de que este tipo de cocción consta de simplemente poner los alimentos en agua y dejarlos por mucho tiempo, esto es un error porque es en el tiempo de cocción que los alimentos pueden perder todas sus propiedades.
Formas de hervir
Partiendo del agua fría
Esta técnica es perfecta para preparar ingredientes que necesitan cocinarse de manera prolongada. Se introducen los alimentos en agua fría y se calientan a fuego medio hasta que lleguen al punto que queremos, que suelten su jugo o estén suaves. Esta técnica se emplea para preparar fondos, cocción de callos, lengua, entre otros, también es muy utilizada para preparar pescados y una vez que llegan al punto de ebullición se retiran del agua caliente.
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Partiendo del agua caliente
Al contrario de la técnica que parte desde agua fría, con esta forma de preparación evitamos una sobrecocción de los alimentos. Una vez que el agua alcance los 100º C, se introducen los alimentos en él hasta que estén cocinados. Esta técnica es utilizada para cocinar pescados, huevos, hortalizas, garbanzos y mariscos.
Al vapor
Para quienes quieren aprovechar al máximo las propiedades nutricionales de varios alimentos y no perder su rico sabor, recomendamos hervir los alimentos al vapor. Con la ebullición del agua podemos aprovechar su vapor caliente para cocinar verduras, hortalizas, pescados y mariscos.
Casi todos los alimentos que existen pueden cocinarse con este método. Aunque para muchos la técnica al vapor es su favorita, por mantener el sabor y sus beneficios nutricionales, las carnes vacunas y de aves si requieren del agua para cocinarse de manera correcta.
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