Generalmente, al pensar en Barranquilla y alrededores, se viene a la mente fiesta, sabor y pura gozadera, pero también hay espacio para la desconexión, el encuentro con la naturaleza y la preservación del manglar. A pocos minutos de la capital del Atlántico se encuentra la Fundación Batis, en Salgar, en donde vienen desarrollando un papel clave para la biodiversidad de la región y en donde los visitantes pueden tener una experiencia fascinante.
Hasta allá llegó Publimetro, de la mano del Ministerio de Comercio, Industria y Comercio y Fontur, para presenciar actividades que poco entran en el radar de los turistas cuando van a esta zona del país, pero que valen toda la pena para romper el molde.
Alejado del casco urbano se encuentra el predio en donde la principal misión la reconexión del ser humano con la madre tierra, la conservación, la reforestación y la gastronomía no convencional. En donde destaca el papel clave que están jugando con la preservación del Manglar (rojo y negro). De hecho, entre otras actividades, una que marca a quienes llegan allí es el poder sembrar una planta de mangle en el vivero comunitario.
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Dentro de los planes a hacer, aparece un recorrido por el bosque de manglar, en medio del habitad natural de algunas especies como las babillas es un plan que emociona y hasta llega a intrigar a muchos.
También aparece la opción de recorrer el bosque seco tropical en donde uno de los grandes atractivos es conocer muchos secretos del coco, desde su proceso de formación como semilla, el crecimiento de sus palmeras, las distintas especies, trucos claves para abrirlo en el punto ideal y se cierra con una refrescante cata de cocos que deja apreciar las diferencias de sabores y texturas entre uno y otro. De hecho, si usted se encuentra en Barranquilla o alrededores, este 27 de septiembre habrá cata de coco abierta al público, para que aproveche, aprenda y se refresque.
Además, la visita guiada a la Huerta Agroecológica sirve para adquirir conocimientos sobre el uso de una gran cantidad de plantas que allí siembran y para cerrar con broche de oro se llega a un taller de preparación y consumo de alimentos orgánicos para darle el placer final al paladar.
Conservación, educación y conciencia ambiental, gestión sostenible, innovación y un espacio de conexión con la madre tierra, eso es Fundación Batis, un lugar al que vale la pena llegar.

