Tener una mascota en casa conlleva responsabilidades que van más allá de su alimentación, vacunas y aseo. A menudo pasamos por alto su bienestar, especialmente al sacarlos a pasear, sin considerar el posible daño a sus patitas.
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Los veterinarios advierten sobre los riesgos de exponer a los perros al asfalto caliente durante horas de radiación solar intensa, lo cual puede resultar en quemaduras en las almohadillas de sus patas.
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Asimismo, caminar sobre superficies rústicas puede provocar grietas en la piel de sus patas. Aunque estas almohadillas son gruesas y resistentes, no es aconsejable someterlas a una actividad física excesiva, ya que podría ocasionar lesiones e infecciones.
En entornos como la playa, es esencial asegurarse de que la arena no esté demasiado caliente, lo que podría dañar las patas del perro. Un consejo práctico es comprobar la temperatura de la arena antes de llevar al perro. Además, es importante recortar el pelo entre sus dedos para prevenir malformaciones y cortar sus uñas para asegurar un caminar adecuado y prevenir problemas en sus articulaciones.
La falta de actividad también puede dañar las almohadillas de los perros, ya que la piel se vuelve más sensible al contacto con el suelo.
Para proteger a las mascotas, se sugieren algunas medidas prácticas:
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Usar cremas hidratantes para aliviar irritaciones y grietas.
Aplicar remedios caseros como vaselina y aceite de oliva.
Adquirir zapatos especiales en tiendas de mascotas para proteger sus patas en caminatas extensas.
Evitar superficies como el asfalto caliente, la arena abrasadora, las rocas afiladas y el hielo. Si es necesario llevarlos a estos lugares, procurar mantenerlos en la sombra para evitar daños.
Ante cualquier daño en sus patas, recuerden llevar a su mascota con el veterinario para que reciba atención.