Científicos habrían descubierto un nuevo planeta detrás de una nube de polvo espacial

A medida que más se conoce del espacio exterior, parece que van saliendo cada vez más y más misterios que dejan a los astrónomos intrigados. Uno de los casos más recientes podría resultar en el posible descubrimiento de un nuevo planeta no tan lejos de nuestro sistema solar, el cual habría pasado desapercibido en las últimas lecturas debido a que estaba “oculto” detrás de una gran nube de polvo espacial.

Durante las últimas semanas, el telescopio espacial James Webb ha captado una gran cantidad de imágenes que han sido de provecho para las investigaciones de los astrónomos y también para deleitar a los aficionados del espacio con unas tomas sumamente impresionantes de lo que se encuentra a millones de años luz de nuestro planeta.

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Pero en este caso reciente el posible hallazgo de los científicos es considerablemente más “cercano” en comparación con otros descubrimientos como la galaxia Cartwheel que está a 500 millones de años luz. Y es que este posible nuevo planeta solo encontraría a 500 años luz de distancia de nosotros.

Gracias a unas nuevas lecturas, los expertos creen que tienen evidencia de que un cuerpo celeste realmente se esconde dentro del disco polvoriento que rodea a una estrella joven en el espacio. De acuerdo con un artículo publicado por la Sociedad Astronómica de América, tanto la estrella como el disco tenían todos los signos de la interferencia de un planeta.

También notaron que el disco tenían una serie de detalles que ellos llaman “torcedoras”. Allí es donde el gas se mueve a una velocidad diferente de lo que los expertos esperarían para un disco que gira suavemente. Esto hizo sonar sus alarmas respecto a que algo grande como un planeta puede esconderse detrás.

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Por otro lado, Harrison Verrios y su equipo de la Universidad de Monash en Australia descubrieron que las características generalizadas del estudio de la Sociedad Astronómica de América aparecieron en uno de sus proyectos de simulaciones espaciales, lo que sugiere que los planetas pueden tener efectos de mayor alcance en el espacio, mucho más de lo previsto.

“Mostramos que la estela del planeta se puede rastrear en el mapa de velocidad máxima observado, que parece seguir de cerca la morfología esperada de nuestras simulaciones y de los modelos analíticos de interacción planeta-disco”, afirma su artículo de investigación.