Ya son más de 50 calendarios de existencia los que tiene detrás uno de los centros de acopio alimenticio más emblemáticos de Bogotá, la Plaza de Mercado Trinidad Galán, lugar que abrió sus puertas un 8 de septiembre de 1973 y que ha sido fuente de sustento para decenas de familias que comparten sus saberes y labores de generación en generación. Dentro de ellas las del comediante Camilo Díaz, más conocido como ‘Culotauro’, joven que se crio en entre canastillas, estibas y frigoríficos; mismo que le hace un pequeño homenaje a las Plazas desde su arte con su especial ‘Ánulo esas palabras’.
Ya son más de cuatro millones de reproducciones las que acumula este especial que recoge el recorrido de Díaz en el mundo de la comedia underground y el Stand-up, que le permitió estar en espacios como el ya extinto ‘Con ánimo de ofender’, ‘Sábados Felices’, y consolidar uno de los formatos de entrevista más vistos en el ámbito digital latinoamericano, ‘Por la ventana pódcast’.
En entrevista con el diario gratuito más grande del mundo, ‘Culito’, como cariñosamente lo llaman en su entorno cercano, habló de las temáticas inmersas en esta creación, que tiene una hora y cuarenta y cinco minutos de duración y que puede ser vista de manera gratuita por medio del canal de YouTube ‘Sancocho Trifásico’. Allí Díaz no solo resalta la ajetreada cotidianidad que hay en las plazas de mercado, también narra cómo fue su crianza en un entorno que llevó a su padre a tenerlo todo y después a no tener nada a causa del alcoholismo, un relato con el que deja atrás el adagio popular en el que se dice que “es imposible que una persona cambie el rumbo histórico de su familia”, algo que está logrando gracias a las enseñanzas de las mujeres que lo rodean.
“Las mujeres de la plaza, y en especial las de mi familia, son las que me educaron y con ello me apartaron la concepción del hombre que había en mi cercanía: un hombre borracho que no sacaría adelante el futuro de sus hijos. Considero que las enseñanzas que me dejó mi abuela, mi mamá y mis tías se convirtieron en una red de apoyo ante la ausencia paterna que yo tuve. Este es un homenaje para ellas”, manifestó Díaz.
“La gente de la plaza es la gente más real que yo he conocido, personas que a pesar de yo tenerles un aprecio, si tienen que decirme algo, me lo dicen sin tapujo alguno; además que en este entorno también me enseñaron la importancia de la constancia y el trabajo constante, que a pesar de las adversidades se tiene que seguir ‘camellando’ desde lo que se sabe, y yo estoy haciéndolo desde la comedia sin dejar atrás estas enseñanzas”, añadió.
A este aspecto familiar se le suma que Díaz desarrolla varias problemáticas en su relato, dentro de ellas el bullying que sufrió en su infancia y varias experiencias dolorosas que lo impactaron, como lo fue la muerte de su padre; algo de lo que hizo catarsis para vencer varios miedos y complejos, dentro de ellos el hecho de que este especial no le agradase a la audiencia, algo que pudo dejar atrás gracias al aliento e impulso de varios de sus ‘parceros’, dentro de ellos el también comediante Camilo Sánchez, con quien hace ‘Por la ventana’.
“Yo lo publiqué hace un mes y sinceramente no esperé que a la gente le gustara tanto; antes de lanzarlo tenía mucho susto, pero ha sido muy bien recibido. Para uno como comediante es gratificante ver cómo las personas se identifican y comparten lo que haces, y más que allí está inmerso el universo en el que me críe, el de la plaza de mercado”.
“Yo grabé este especial hace tres años y para ese entonces me atormentaban varias cosas, dentro de ellas que a la gente no le gustara, hasta que Camilo me dio la moral para subir ese contenido. Este tipo de actos también ratifica un poder inmerso en ‘Ánulo esas palabras’, el de la amistad, de ese empujón de los amigos que nos invitan a creer en lo que estamos haciendo”, afirmó Díaz.
“A todo esto se le suma que con vencer el miedo de publicar el especial, vencí esa barrera de sentir que no soy lo suficientemente chistoso, y eso no solo se logró con la publicación, también por el hecho de analizar que detrás de esto estaban las cuatro ocasiones en las que hice la grabación y las indecisiones que surgieron en medio de la edición”, complementó.
Aunque el camino ha sido largo y luchado para estar en el lugar que está, para Díaz el abanderar a quienes lo vieron crecer en la plaza se convierte en el pago más gratificante que ha podido encontrar, en tiempos en los que los formatos de comedia se han convertido en algo que va más allá del entretenimiento: una terapia conjunta entre el escenario y los asistentes, en los que los traumas individuales, los problemas generacionales y las incertidumbres monetarias, quedan atrás gracias a la risa y a un dicho que expresaba su madre en momentos de dificultad o peligro: “Ánulo esas palabras”.
“Este no es solo un sueño concretado, también se manifiesta como una motivación para aquellos que vienen detrás de mí y para la juventud en general”, finalizó Díaz.

