La eterna rivalidad futbolística entre el Atlético Nacional y el Deportivo Independiente Medellín ha trascendido las canchas para colarse en el hogar de dos figuras públicas muy queridas en Colombia: Melina Ramírez y Mateo Carvajal. La expareja, que comparte la crianza de su hijo Salvador, ha protagonizado una divertida disputa en torno a qué equipo heredaría el corazón del pequeño, una batalla que, según recientes publicaciones de Melina.
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Melina Ramírez le ganó pelea a Mateo Carvajal
Desde hace tiempo, Mateo Carvajal, reconocido hincha apasionado de Nacional, no ha ocultado su deseo de que Salvador siguiera sus pasos y vistiera con orgullo la camiseta verde. En varias ocasiones, el deportista ha compartido momentos intentando inculcarle a su hijo el amor por el “Rey de Copas”, buscando sembrar la semilla del nacionalismo en el pequeño. Esta iniciativa generaba expectativas y curiosidad entre sus seguidores, quienes se preguntaban si Salvador terminaría siendo parte de la hinchada verdolaga.
Sin embargo, en un giro inesperado que ha causado revuelo en redes sociales, Melina Ramírez publicó un video que puso fin a la incógnita. En las imágenes, se ve a Salvador mostrando una clara inclinación por el Deportivo Independiente Medellín. La presentadora, con evidente alegría, compartió cómo su hijo se decantó por los colores del “Poderoso de la Montaña”, marcando un punto final a la contienda futbolera que mantuvo con el padre de su hijo.
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Este desenlace no solo ha sido un golpe amistoso para Mateo Carvajal, quien ahora deberá aceptar la decisión de su primogénito, sino que también ha sido celebrado efusivamente por los aficionados del Medellín. La “pelea” por el equipo de Salvador se había convertido en un tema recurrente entre los seguidores de Melina y Mateo, y la revelación del color rojiazul en el corazón del niño ha sido recibida con entusiasmo, consolidando la victoria de Melina en este particular dilema deportivo.
La historia de Salvador y su elección de equipo es un recordatorio divertido de cómo el fútbol puede unir y dividir incluso a las familias, pero siempre con el amor de por medio.

