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Esta es la carrera universitaria que abandonó Silvestre Dangond para dedicarse a la música

Uno de los artistas más grandes del país, quería dedicarse a otra carrera que no tiene nada que ver con la música.

Silvestre Francisco Dangond Corrales nació el 12 de mayo de 1980 en Urumita, La Guajira. Proviene de una familia con profundas raíces en la música vallenata. Su padre, el cantante William José “El Palomo” Dangond Baquero, desempeñó un papel fundamental en la escena musical de los años 70 al colaborar con Andrés “El Turco” Gil.

Silvestre Dangond es considerado uno de los principales cantantes y compositores del Vallenato de la Nueva Ola. Atribuye sus talentos a su padre y a su madre, quien también proviene de una familia musical y le transmitió su carácter carismático. Para perseguir su anhelo de una carrera musical, su familia se trasladó a la ciudad de Bogotá, donde comenzó a presentarse en fiestas con su gran amigo y acordeonista Héctor “El Father” Zuleta.

En 2002, firmó con Sony Music y lanzó su álbum debut Tanto para ti, que incluyó sencillos como “Quién me mandó,” “Necesito verte” y “Muñeca de porcelana.” A lo largo de los años, continuó lanzando álbumes y cosechando éxitos, como “La colegiala,” “La indiferencia,” “Dile” y “La pareja del momento”.

La base de fanáticos de Silvestre, conocida como los “silvestristas”, creció y su música se convirtió en un fenómeno nacional e internacional. Su estilo único y su voz distintiva lo han consolidado como una figura destacada en la música vallenata y en la cultura colombiana.

Ahora bien, en medio de una entrevista que concedió al medio de Infobae el intérprete de ‘Niégame tres veces’, aseguró que, antes de dedicarse de lleno a la música, entró a la universidad para estudiar ingeniería civil. Su familia no tenía mucho dinero, pero sostuvo que nunca le faltó la comida, no obstante, no podían darse ciertos lujos.

Gracias a Dios nunca aguantamos hambre, pero plata para darnos gustos no había. Mis viejos sacaron un crédito y no los quise engañar más. Yo empecé a mentir para no ir a clases, entonces para no hacerlos sufrir ni gastar más plata, me retiré, pues la música me estaba dando el sustento”, contó.

Silvestre fue claro en que no dejó de lado su pasión por la arquitectura y la ingeniería, así que la implementó para diseñar sus casas.

A mí me apasiona diseñar y hacer mis proyectos. Tanto mi casa en Urumita como mi casa de Miami son trabajos propios que yo hice a mi gusto”, dijo.

Silvestre Dangond ha dicho en varias oportunidades que, no quiere que su vida solo gire en torno a la música, para asegurar su futuro y el de sus hijos, también ha invertido en la finca raíz con el proyecto Lunamar en Santa Marta.

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