Jess es una caleña radicada en Ecuador que días atrás le dio a su comunidad digital un revés mostrando cómo hacer cascanueces para Navidad. Y es que en la ciudad que reside tienen un costo de 250 dólares cada uno, sin embargo, invirtió solo 50 dólares y lo mejor, se hizo en familia.
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“La idea nos surgió de repente porque vimos un Cascanueces gigante en una tienda, pero estaba carísimo, así que dijimos vamos a hacerlo” repite la creadora digital mientras muestra parte de los implementos para la constricción de los dos cascanueces.
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Para ello usó tubos de PVC para desagüe, uno de ellos con un grosor considerable para hacer el torso de la pieza mientras que otros más finos para las extremidades los cuales atornilló para armarlo junto a una base de madera para fijarlo.
“Luego de tener el muñeco armado procedimos a pintarlo con spray para que tuviera ya una base de color, y luego de esto poder empezar a aplicar la escarcha”, cuenta la joven mientras va mostrado que agregó colores verdes y rojos para hacer el traje de los cascanueces.
Seguidamente con pintura acrílica le fue dando rostro marcando ojos y bigotes. Finalmente, la parte del sombreo la hizo con una jarra para jugos y agregó piedra para hacer la flor del mismo con sus respectivas cadenas, así como el característico cabello.
Los cascanueces y su presencia en Navidad
De acuerdo a portales especializados el nacimiento de los cascanueces data del año 1870, cuando el artesano del pueblo de Alemania, llamado Wilhelm Friedrich Füchtner, tallaba y montaba las primeras figurillas inspirándose en las ilustraciones del libro del cuento “El rey cascanueces y el pobre Reinhold” (1851) de Heinrich Hoffmann.
Como es sabido el relato cuenta la historia de un niño enfermo que durante un sueño es conducido por un cascanueces de tamaño natural a través de un mundo paradisíaco poblado por juguetes.
“Al despertar, en la mañana de Navidad, el niño encuentra a todos los juguetes que conociera ‘en persona’ la noche anterior, a los pies del árbol. Desde ese momento recupera la salud”, indica la publicación.
La narración de Hoffmann es la primera que establece un nexo entre la época de la Navidad y los cascanueces, por consiguiente, décadas mas tarde se internacionalizaría y formaría parte de diversas culturas.