Un mes ha pasado desde que Paula Andrea dejó un lugar vació en su casa, en su colegio y en la vida de sus seres queridos cuando un hombre que no solo la asesinó vilmente, sino que además abusó sexualmente de ella.
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Paula Andrea tenía 18 años, y al igual que millones que otros millones mujeres colombianas a esa edad una infinidad de sueños y el próximo estaba más que cerca, solo unas semanas la separaban de escuchar su nombre junto al de sus compañeros de estudios y dar un paso al frente a recibir un diploma que la certificaba con su bachillerato.
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Días atrás fue el acto de grado, Paula Andrea no pudo estar, está muerta y yace bajo tierra, y en su honor un gran retrato se paseó por el pasillo de honor a recibir su diploma en un acto emotivo que se llenó de aplausos en su memoria y recuerdo.
“Paula Andrea se graduaba ayer de bachillerato en Santa Rita, Andes Ant. Pero un hombre le quitó su sueño hace un mes cuando después de clase, la torturó, la violó y la dejó agonizando a la orilla de una carretera. Paula murió en el hospital, ayer su foto recibió su diploma. 💔”, se lee en el tuit contentivo de la imagen que despertó la emotividad en redes sociales por se un caso imposible de olvidar y de dejar de lamentar.
Paula Andrea se graduaba ayer de bachillerato en Santa Rita, Andes Ant. Pero un hombre le quitó su sueño hace un mes cuando después de clase, la torturó, la violó y la dejó agonizando a la orilla de una carretera. Paula murió en el hospital, ayer su foto recibió su diploma. 💔 pic.twitter.com/Dr99EjEarK
— Juan Pablo Fernández (@PabloFernandezq) December 3, 2022
El feminicida de Paula Andrea
El crimen ocurrió cerca de una quebrada de la vereda El Gaitán del municipio de Andes, suroeste antioqueño. La joven fue encontrada amarrada de pies y manos, con signos claros de violencia y abuso sexual.
El caficultor, que llevaba por alias ‘Carlota’, fue capturado y abordado en vía pública por uniformados de la Policía y las Fuerzas Militares, que le dispusieron ante las autoridades judiciales competentes.
La Fiscalía General de la Nación imputó por este delito los crímenes de feminicidio, tortura y acceso carnal violento contra la joven, cargos que finalmente aceptó el hombre. Por este hecho, entonces, el procesado podría condenar hasta a 31 años de prisión.