Toda una novela se vivió en el fútbol argentino con la salida de Aldo Duscher como técnico de Quilmes en medio de una situación inédita que se definió con una votación de los jugadores, luego de que casi hay golpes entre él y el presidente del club.
El relato de esta historia cuenta que el entrenador, que duró siete encuentros en el banquillo del cuadro Cervecero, renunció a su cargo, pero, para sorpresa de todos, este jueves apareció nuevamente en la sede del club para dirigir la práctica como si nada hubiera pasado.
Vea acá: Jugador terminó de pelea y sin club por sus reiteradas conductas inapropiadas en la cancha
Sin embargo, por su anuncio, al llegar se encontró que ya había una dupla técnica encargada del equipo, algo que no lo importó a Duscher que pidió a los utileros sus implementos para cambiarse y dirigir. Esto hizo que le avisaran al presidente del club, Mateo Magadán, con el que casi se van a los golpes en medio de un caos que se armó y en el que debieron intervenir los presentes para separarlos.
El DT sostenía que el plantel lo respaldaba y por eso había decidido regresar a su cargo. Para salir de las dudas, el directivo decidió que todo se definiera por la votación de los jugadores para definir la continuidad o el despido.
De dos en dos, los jugadores fueron pasando a sellar sus votos en unas papeletas en las que debían sentar por escrito su decisión. Al final: ganó el no a la continuidad y Aldo Duscher no tuvo de otra que recoger sus cosas y marcharse para dejar de ser el entrenador de Quilmes. ¡Qué viva la democracia!