Antes del inicio del Mundial femenino 2023, la FIFA había anunciado que por primera vez en el torneo todas las jugadoras de las selecciones participantes iban a recibir un pago de $30.000 dólares y que a medida que avanzara el torneo la cantidad iría en aumento.
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El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, durante una rueda de prensa dijo que ya no puede garantizar ese pago y que ahora depende de cada federación.
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El problema de los pagos
A diferencia de los campeonatos anteriores, este se destacaba por la implementación de nuevas fórmulas que se suponía iban a ayudar a las futbolistas a dignificar su labor como deportistas, ya que es innegable que la brecha salarial entre futbol masculino y femenino existe.
La iniciativa de la FIFA es histórica, pues muchas veces muchas federaciones ni siquiera aseguran los pagos de los premios que las jugadoras ganan por su participación e incluso los pagos se disuelven en inversiones que no competen a las futbolistas. Que los pagos los regulara la FIFA determinaba un buen inicio para reconocer a las jugadoras y que reciban una remuneración por su participación en la Copa Mundo.
Infantino aseguró que la cifra llegara a manos de las jugadoras por medio de la federación de futbol a la que pertenecen, que de esta forma facilitan los procesos fiscales que varían según cada país y futbolista:
“Nos movemos en la buena dirección, hemos empezado a consultar con las asociaciones, con las jugadoras, para intentar dar con el buen camino (...) Hemos dado estas recomendaciones, pero tenemos una asociación de asociaciones. Cualquier pago que hagamos lo haremos a través de las asociaciones, y después las asociaciones, por supuesto, harán los pagos relevantes a sus jugadoras. Estamos en contacto con todas las asociaciones”.
A pesar del desentendimiento de la FIFA con el pago, de ser recibido por las futbolistas es un salario histórico, ya que en promedio, el salario de las jugadoras es de $14.000 dólares, sin tener en cuenta varios casos como la Liga Betplay, que hasta hace poco implementó contratos reales y obligatorios para la participación de los equipos.