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Klopp le gritó el gol en la cara al cuarto juez y el karma le llegó de inmediato

Jürgen Klopp se salió de casillas y se terminó lesionando en el gol que le dio el triunfo a Liverpool ante Tottenham.

Jürgen Klopp, técnico de Liverpool, tuvo un agridulce final en el partido que los suyos le ganaron 4-3 al Tottenham y terminó hasta lesionado.

El encuentro se vivió a emoción pura en Anfield en donde los Reds pasaron de estar ganando 3-0 a ver cómo les empataban sobre el minuto 93 y en la agonía terminaron ganando.

Fuer precisamente en ese último tanto de Diogo Jota que el entrenador alemán se salió de casillas.

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Klopp se lesionó en el festejo de gol

Una vez llegó el definitivo tanto, el alemán corrió directo a donde el cuarto juez para gritarle el gol en toda la cara.

Sin embargo, el karma actuó de inmediato en Jürgen Klopp que terminó lesionado en su pierna izquierda que sufrió un tironazo en medio de su apasionada carrera.

Liverpool y Tottenham protagonizaron un partidazo

El Tottenham murió en la orilla de una remontada histórica y sucumbió ante el Liverpool 4-3 tras encajar tres goles en los primeros quince minutos, igualar el marcador en el tiempo añadido por medio de Richarlison y caer en el minuto 95 con un tanto de Diogo Jota que comprometió la clasificación continental de los ‘Spurs’

Anfield fue el escenario de un duelo espectacular que retrató las miserias de ambos equipos esta temporada. Sobre todo las del Tottenham, que por momentos revivió el bochornoso 6-1 que encajó hace dos jornadas en el estadio del Newcastle con cinco tantos en los primeros veinte minutos.

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De nuevo, repitió una puesta en escena timorata y alejada de lo que merece un equipo de primer nivel en la Liga inglesa. Simplemente, el Tottenham no compareció durante la primera media hora, en la que el partido se convirtió en una montaña que parecía imposible de escalar. Sin embargo, el Tottenham reaccionó con gallardía para igualar en el tiempo añadido una diferencia en contra de tres goles y recibir un jarro de agua fría tremendo en el minuto 95.

Y es que, el Liverpool y el Tottenham debían gastar con acierto sus últimas balas para pelear por jugar la próxima edición de la Liga de Campeones. La empresa para ambos, los dos clubes del ‘big six’ que más han defraudado este curso, era y es casi imposible. Antes del inicio de la jornada, con un partido más que el cuarto en la tabla, el Manchester United, estaban a diez y nueve puntos de distancia, respectivamente, con 18 en juego para los ‘reds’ y 15 para los ‘Spurs’.

Perder era decir adiós a la ‘Champions’ y complicarse con los candidatos que viene por detrás para jugar en competición continental. El Aston Villa, el Brighton e incluso el Brentford siguen al acecho para dar un disgusto enorme a cualquiera de los dos equipos, que no pueden descuidarse si quieren seguir en plazas continentales.

Esa presión pareció afectarle más al Tottenham, un desastre en el inicio de sus últimos duelos. El Newcastle, hace dos jornadas, le endosó cinco goles en 21 minutos para dejar el marcador en un escandaloso 6-1; y el United, el pasado fin de semana, inició su partido frente a los ‘Spurs’ con un tanto a los siete minutos de Jadon Sancho.

En Anfield, la historia se repitió. Los hombres de Ryan Mason saltaron al terreno de juego dormidos, ajenos a lo que parecían jugarse en noventa minutos clave para su futuro europeo. El Liverpool, en apenas un cuarto de hora, sentenció el encuentro con tres goles de Jones, Luis Díaz y Mohamed Salah.

El primer mazazo llegó a los tres minutos, con un remate de Curtis Jones, que no desaprovechó la sexta asistencia de Trent Alexander-Arnold en los últimos cuatro partidos; después, en el cinco, fue Luis Díaz quien acertó tras una asistencia desde la línea de fondo de Salah, que al cuarto de hora firmó el tercero desde el punto de penalti.

El daño estaba hecho. Una posible remontada, con la actitud de los once jugadores del Tottenham, era una quimera. Al equipo de Mason, casi solo le quedaba aguantar el chaparrón y evitar un resultado sonrojante. Sin embargo, al final de la primera parte reaccionó y con un ataque de dignidad respiró antes del descanso con un golazo de Harry Kane. El goleador del Tottenham selló una jugada preciosa de Ivan Perisic por la banda izquierda y relajó el ridículo de su equipo.

El Tottenham, después de su paso por vestuarios, consiguió meterse en el partido. Le faltó una pizca de suerte para hacerlo pronto. Logró dar continuidad a sus buenos minutos finales del acto inicial y durante veinte minutos estuvo a un paso de recortar distancias. Sin embargo, Son Heung-min y Gabriel Romero chocaron contra los palos de la portería defendida de Alisson, que también salvó a su equipo del segundo con una parada espectacular a disparo de Pedro Porro desde fuera del área.

Al final, el Tottenham encontró su premio gracias a Son. No falló en un mano a mano frente a Alisson y dio quince minutos a sus compañeros para buscar un empate impensable tras el primer cuarto de hora del choque. Lo consiguió Richarlison en el 93, pero un fallo de Lucas Moura permitió a Diogo Jota hacer el cuarto para el Liverpool, que sobrevivió a un duelo increíble en el que el Tottenham pagó sus pecados con una derrota muy dolorosa.

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