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Evitó el gol con una mano al 94’, pero el cobro del penal fue aún más alocado

VIDEO | ¿Quién te conoce Luis Suárez? Si la expulsión en el tiempo de adición ya era un poema, lo que pasó en la descabellada ejecución del penal fue un bestseller.

Evitó el gol con una mano al 94’, pero el cobro del penal fue aún más alocado
Mano penal - Yotún picado (Captura de pantalla)

Dos expulsados en el tiempo de adición, una mano penal en el último minuto y una ejecución descabellada dejó una de las jugadas más irreales y surrealistas que se haya visto en el fútbol suramericano recientemente.

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La absurda jugada se presentó en el fútbol peruano en el empate a dos goles entre la AD Cantolao ante Sporting Cristal en la sexta jornada del torneo clausura.

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Un partido de locos

El duelo que ya contaba con un autogol de Jhilmar Lora de Sporting Cristal, que significó el 2-2 apenas en el minuto 37, tuvo un desenlace nunca antes visto.

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El árbitro dio cuatro minutos de adición y desde ese instante empezó a volverse patas para arriba el compromiso. Primero fue Jesús Castillo el que vio la roja al minuto 91 por doble amarilla y dejó a los suyos con un hombre menos.

Cuando se jugaba el último minuto adicionado, llegó un cabezazo de Omar Merlo que se iba rumbo a gol y le daba el triunfo a la visita. En ese instante, sin pensarlo, José Ramírez sacó un manotazo para evitar la anotación.

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El defensor de Cantolao vio la tarjeta roja, dejando a los suyos con nueve hombres y un penal en contra, pero con el marcador aún igualado con el tiempo cumplido. Ya era una situación absurda que hacía recordar al uruguayo Luis Suárez ante Ghana en el Mundial de 2010 cuando con una mano penal en el último minuto evitó la derrota de los Charrúas en un juego que finalizó 1-1, se fue a tiempo extra y después a penales en los que Uruguay avanzó a semifinales.

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Yoshimar Yotún volvió más descabellada la situación

Al cobro vino el jugador de la selección peruana, ya en el minuto 97 y le dio por picar el cobro. Lo curioso fue que el portero Christian Limousin que ya se había jugado, alcanzó a frenarse para detener el cobro que en el rebote el propio Yotún envió por arriba.

Absurdo final de un partido de fútbol con una cantidad de ingredientes para componer toda una novela de drama. Muchos siguen soñando con el juego.

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