En el 2022 el teatro se ha enfrentado a un nuevo reto, ese de volver a llenar las salas después de la pandemia. Si, es verdad que desde hace algunos meses está permitido el aforo total de los diferentes espacios teatrales del país, sin embargo, aún falta camino para llegar al punto que el teatro está buscando.
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Así las cosas, la apuesta es proponer obras de primera calidad con historias entretenidas, risas, espacios de reflexión y claramente la oportunidad de sentir de cerca el espíritu artístico y cultural que una ciudad como Bogotá puede ofrecer.
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Una de estas producciones de primer nivel es ‘Duda’, una obra escrita originalmente por John Patrick Shanley, merecedora de seis premios Tony, de un premio Pulitzer y que en su adaptación cinematográfica fue nominada al premio Oscar. En su versión colombiana, que actualmente se encuentra en temporada en el Teatro Nacional vemos una versión más cercana al colombiano, todo, bajo la dirección de Kepa Amuchastegui quien estuvo hablando con PUBLIMETRO Colombia sobre la producción que ya se encuentra en su final de temporada.
P: ¿Por qué considera que esta obra ha tenido tanto éxito internacional?
R: Yo pienso que es una gran obra, con una cantidad de premios en todos los lugares del mundo donde se ha presentado. Es una obra muy actual en el mundo entero, pero especialmente en Colombia, y más en estos momentos que estamos atravesando… con los abusos que ya todos conocemos por parte de profesores en colegios, curas, en fin. Es una obra que plantea una serie de interrogantes muy interesantes para este momento en particular en nuestro país, en nuestra ciudad. Creo que la calidad está por encima de cualquier cosa, confío en los actores que tengo, en la calidad del montaje, entonces todo esto suma para que la obra sea todo un éxito.
P: La obra se presenta en el marco de los 40 años del Teatro Nacional también.
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R: Así es, además tengo el honor y el orgullo de haber sido uno de los iniciadores del Teatro junto a Fanny Mikey, Luis Eduardo Arango y Consuelo Luzardo que fue una obra absolutamente maravillosa y en el año 83 tuvo un gran éxito, imagínate, en ese momento había dinosaurios en Bogotá jajaja. Además tuve la oportunidad de hacer varios montajes en el Teatro Nacional; nunca me he presentado en La Castellana, pero si he tenido la oportunidad en algunas ocasiones de participar en el de la 71 que es como otra de mis casas, me siento muy a gusto allí.
P: Internamente ¿ustedes cómo han visto el comportamiento del público en el regreso a las salas de teatro después de unos meses de haber permitido el 100% de los aforos?
R: Yo considero que bastante bien aunque no hemos podido llenar la sala del todo, pero hemos tenido una buena recepción. Pienso que también tiene su influencia el hecho de que la gente ya está un poco cansada de dos años de solo televisión, streaming y la casa. Las personas tienen ganas de salir y confrontarse con el actor ahí cerca, hablando, con la posibilidad de que este se equivoque porque ese es el riesgo. Bienvenido todo el que quiera venir, porque nosotros sin el público no somos nada, dejamos de existir, desaparecemos, así que los esperamos.
P: Hay una frase que aparece en una reseña de ‘Duda’ la cual dice que a esta obra hay que entrar con más coraje que convicciones. ¿Por qué considera que esto sea así?
R: La verdad no la entiendo muy bien jajaja. Pero me imagino que hay que tener una dosis de valentía para enfrentarse a una obra que plantea dudas muy en serio. Coraje para enfrentar la obra sin prevenciones, sino dejándose permear por lo que está pasando allí, dudar, qué importante que es dudar y sobre todo en estos momentos en Colombia donde estamos en vísperas de las elecciones y es importante dudar de todo, preguntarse, ¿si? ¿No? ¿Quién sabe? Que esa duda nos ayude a todos a tomar una decisión acertada. Esta obra justamente suscita eso, la duda, las preguntas que hay que hacerse en la vida. no es solo una obra para reírse y pasar un buen momento, sino que también la idea es reflexionar. Te aseguro que todas las personas que van allí se divierten, pasan un gran rato pero así mismo se hacen cualquier cantidad de reflexiones, y eso es esencial.
P: El ser humano le tiene miedo a la duda, siempre buscamos tener certeza y seguridad de cualquier tipo. ¿Es decir que esta obra precisamente quiere sacarnos de esa forma particular de pensar?
R: Tal cual, esa fue la intención de la obra y lo hemos logrado. A veces me planto afuera a la salida del público para recibir el feedback de la gente y es maravilloso ver los gritos casi de entusiasmo y así mismo las preocupaciones que les genera, pero preocupaciones en buen sentido, esas que los invita a pensar y tomar acciones sobre su vida. Estoy muy orgulloso de mis actores, los cuatro son increíbles. Además, te cuento que estamos en un punto en el que la obra ya está madura, esta será la última semana en la que se presente la obra en el Teatro Nacional de la calle 71, es una lástima que queden tan pocas, pero serán muy bonitas porque ya todos apropiamos la obra de la mejor manera y quisiéramos que se pudiera alargar un poco la temporada, pero iremos viendo.
Mientras tanto, vale la pena que muchas personas la vean porque es una obra muy valiosa e interesante. Si no es en el Teatro nacional en Bogotá, en otras ciudades, en otros espacios, pero lo importante es que la obra la puedan ver cada vez más personas.
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P: ¿Y una próxima temporada no está a la vista en el momento?
R: Aún no lo sé. Estamos a la expectativa de ver qué sucede.
P: ¿Esta versión que podemos ver en Bogotá es una versión “colombianizada” de la obra? ¿O es más bien fiel a la escritura original?
R: Hay factores que modifiqué y otros que no porque eran la esencia de la obra. Cuando me la propusieron hace cerca de dos años y medio me mostraron una traducción hecha en Argentina y la verdad no me gustó, así que decidí volver a traducirla yo directamente desde el Inglés. Ahora, cambié algunas cosas como los nombres de los personajes para que los sintiéramos como propios, algunas expresiones que podemos entender mejor si las decimos a nuestro modo y cosas por el estilo, sin embargo, había cosas que no podía modificar, por ejemplo, el tema racial. Esta es una obra que se sitúa en Estados Unidos y aunque aquí también ha sido un tema delicado y difícil, allá ha marcado gran parte de su historia, entonces debía mantener esa esencia. Así que insistentemente digo, y no porque yo la haya dirigido, que vale completamente la pena ir a verla, allí los espero.