Desde peinarse, pasando por el maquillaje, hasta dormir, son los comportamientos más comunes de las mujeres bogotanas en el transporte público. No hay nada de malo en esto, pero todo se debe, según lo consultado por Publimetro, al ahorro de tiempo.
Así es, la rutina de una bogotana inicia muy temprano, deben llevar los hijos al colegio o ir al trabajo y el tiempo en casa no alcanza, por eso deciden convertir el bus en su salón de belleza portátil.
Y es que quién no ha visto a una chica con el cepillo en la cabeza o tratando de pintarse las uñas en un TransMilenio como si fuera malabarista de circo, pero ojo, esto no es exclusivo de las bogotanas, en otras capitales latinoamericanas se evidencia el mismo panorama y todos se hacen la misma pregunta: ¿Cómo lo logran?.
Sin embargo, lo repetimos, todo es por cuestión de tiempo, o por lo menos así lo evidenciaron algunas lectoras de este diario que fueron consultadas y coincidieron en que maquillarse es la actividad más frecuente en los buses.
A esta le sigue dormir, revisar redes sociales y chatear; algunos comentaron que pelear y pensar en hombres, y otras opinaron se inclinaron por leer libros y planear el día en su cabeza.
Todo apunta a aprovechar el tiempo muerto en el bus. Aunque para algunos es un comportamiento irritante y molesto estos hábitos seguirán reinando en los buses.
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