¿O qué quieres hacer el domingo?, son frases que estos días casi todos pronunciamos, ellas nos conocen tan bien que sorprenderlas siempre será un reto, sin embargo, las opciones para hacer felices a las más amorosas y entregadas de la casa, son más obvias de lo que creemos.
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Partamos de lo cierto, y es que las frases de cajón que hoy en día han migrado del famoso “mientras usted viva bajo este techo…” al ya popular “despéguese de ese aparato” evidencian que, en el fondo, lo que ellas siguen pidiendo es calidad de tiempo y atención. Entonces, por qué no proponernos hacer de la celebración del día de la madre un momento sorprendente y feliz, homenajeándolas con lo más especial y amoroso que justamente ellas nos han enseñado.
Está comprobado que cocinar en familia es tan efectivo como ir al terapeuta, y es que la cocina, ese espacio casi sagrado donde normalmente nadie entra, o cuando lo hacemos es casi como un castigo porque “nos toca” lavar la loza; es un espacio lleno de detalles y secretos que si logramos explorar y persuadimos a mamá para que nos deje entrar, se convierte justamente en el escenario ideal para reafirmarles lo mucho que las amamos. Ver a una familia unida, orquestada por ella, cumpliendo roles y siguiendo al pie de la letra las recomendaciones que nos hacen, se convierte casi que en una fantasía para cualquier mamá. Desde bajarle al fuego, dejar maridar 5 minutos, ponerle justamente la pizca de aceite que ella indica y usar los utensilios destinados para cada fin, mientras se mantiene el orden, pueden hacer de estos momentos, las verdaderas delicias del día de la madre.
Ojo, el sabor lo ponemos todos, la música solo ella, ya sea salsa, vallenato o clásicos del recuerdo, dejemos que disfrute de sus ritmos favoritos y mientras la familia cocina y comparte, que ella tararee, cante o baile y disfrute de ese momento mágico donde es la única líder y señora, mientras tanto, permitámosle probar, pidámosle la aprobación final y, sin protestar, hagamos los cambios que ella considere necesarios.
Estar en familia, en la comodidad del hogar y guardando los celulares, mientras evitamos afanes innecesarios en la ya acostumbrada congestión del comercio y restaurantes el día de la madre, se convierte en la mejor opción para consentir a mamá, acompañémosla, recordemos con ella, desempolvemos el viejo álbum de fotos, escuchemos sus anécdotas de juventud y hagámosle saber que de ella heredamos hasta la buena sazón.
Al final del día, en la atmósfera que solo da el calor de hogar, su postre favorito será el cierre perfecto que acompañará el regalo que en familia le daremos, comprémoslo con tiempo, y eso sí, como es mandato, nada para la casa o cocina. Debe ser un detalle que use y la haga recordar el resto del año que su familia dejó constancia que es la reina y señora de la casa.
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