Definida la nueva ubicación de la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada. Uno de los actos que más ha llamado la atención en lo corrido de las últimas jornadas de protestas ha sido el derribamiento de estatuas. Para unos, se trata de un acto de justicia, de reivindicación; para otros, un acto de vandalismo. El debate sigue abierto.
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Hace poco se conocieron los resultados de dos encuestas ciudadanas hechas por LABcapital, el laboratorio de innovación de la Veeduría Distrital y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (Idpc), acerca de la resignificación de las estatuas en la capital.
La encuentra general contó con 1022 personas, entre estudiantes, comunidades étnicas y trabajadores de la ciudad. En segundo estudio participaron 149 personas de la comunidad alrededor de la Plazoleta del Rosario, lugar donde estuvo ubicada la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada, derribada en mayo de este año por indígenas de la comunidad Misak en protesta a la represión de conquistadores españoles contra su comunidad.
Precisamente, la segunda encuesta concluye que solo un pequeño grupo de personas quiere dejar la estatua en ese lugar. Los sentimientos que genera la estatua van desde la indiferencia y el odio hasta la tristeza por la violencia que trajo consigo toda la situación.
Los vecinos plantearon, en general, dos grandes opciones: que la estatua se funda y se creen obras artísticas con las partes o que se exponga en un museo en el que se cuente la verdadera historia de Gonzalo Jiménez de Quesada. Un grupo menor piensa que lo mejor es restaurarla y devolverla a la plazoleta.
La comunidad del sector también muestra gran entusiasmo para que en el lugar en donde estaba la estatua se realice una de las siguientes acciones: reconocimiento a la naturaleza, valoración a personajes influyentes que lucharon por el pueblo colombiano y obras artísticas alusivas al paro.
Dados estos resultados, la Veeduría Distrital hace un llamado sobre la importancia de actividades de escucha y de cocreación con la ciudadanía para definir estrategias de promoción y cuidado patrimonial, así como promover el debate público en torno a la resignificación. “Estas mediciones evidencian que ningún tema en la ciudad puede ser tabú y que el patrimonio tampoco. El diálogo en torno a los temas urbanos es fundamental, y eso pasa por las reflexiones históricas y de ciudad”, manifestó el Veedor Guillermo Rivera.
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Definida la nueva ubicación de la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada
Poco después de conocerse los resultados de percepción ciudadana sobre los monumentos, y teniendo en cuenta la situación particular con la estatua del conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada, el Idpc anunció que esta será trasladada al Museo de Bogotá, una vez se adelante su restauración.
“Hemos escuchado distintos sectores de la sociedad alrededor del debate de los monumentos, hemos dialogado con sectores de jóvenes, de mujeres, con grupos étnicos, con sectores que están interesados en la restauración y conservación de los monumentos en espacio público. En el Museo de Bogotá continuaremos la conversación. No olvidemos que el patrimonio es un ámbito dinámico, cambiante. Este escenario será sin duda un nuevo espacio para continuar escuchando los comentarios y las preocupaciones de la ciudadanía acerca de este debate tan relevante sobre los monumentos en Bogotá”, expresó Patrick Morales Thomas, director del Idpc, al referirse al proceso participativo que sustentó la decisión de trasladar la estatua al Museo de Bogotá.
En esa medida, explicó que la conversación ciudadana sigue abierta, pues el Instituto continuará dando a conocer los procesos relacionados con su restauración museográfica, así como el conjunto de decisiones que definirán el destino de lo que suceda en la plazoleta donde antes se ubicaba la figura de Quesada.
Expertos consultados por PUBLIMETRO coinciden que la nueva ubicación de la estatua es una decisión apropiada.
Ingrid Frederick, museóloga del Museo de la Universidad del Rosario, mencionó: “Considero que es una decisión acertada teniendo en cuenta la situación que se está viviendo. Igualmente, dadas las personas consultadas en la encuesta que consideran estos monumentos son objetos culturales que deben ser preservados en un contexto como es el de un museo. Lo positivo de tener estos objetos en museos es que los museos por naturaleza, por función misma, buscan dar el contexto a los objetos exhibidos para entenderlos desde muchas miradas”.
De forma semejante, Luis Fernando Arenas, profesor de antropología en la universidad Javeriana, indicó que trasladar la estatua de Quesada a la nueva ubicación es una medida idónea dado el contexto actual: “Encuentro la decisión pertinente, siento que el volverla a ubicar en su lugar puede ser incluso más problemático dado que ya ocurrió algo con ella. Lo que tienen que hacer las instituciones públicas es defender el patrimonio cultural y volverla a poner a allí significaría exponerla nuevamente a una afectación, tal vez, mucho más severa. En el museo puede narrar una historia”.