PUBLIMETRO conoció la historia de una joven que vive en Cartagena, quien consiguió empleo tras dos años de ardua búsqueda, gracias a esta campaña.
PUBLICIDAD
Para los jóvenes colombianos no es fácil conseguir su primer empleo, pero existen iniciativas que generan alto impacto. Ese es el caso de Katherine Taborda Sánchez, una Ingeniera de Procesos de 22 años de edad, que vive en el barrio El Reposo, en la Cartagena no turística.
Además de tener su título profesional, la joven también es tecnóloga y técnica en operación de plantas y procesos industriales, títulos que ja obtenido con mucho esfuerzo y dedicación. Hoy trabaja en la empresa Avicampo como operadora de planta, empleo que consiguió tras dos años de búsqueda.
“Me gusta mucho la física y la química. Hice la media técnica cuando todavía estaba en colegio. Me gustaba mucho la clase de un profesor que me hacía pensar que podía estudiar Ingeniería Industrial. El me dijo que era muy buena en matemática y cálculo y me animó a iniciar con la tecnología. ‘Si te metes por ahí vas a ser una gran ingeniera’, me decía”, cuenta Taborda.
“A partir de ese momento yo me sentí capaz a pesar de que en mi salón nada más éramos dos mujeres, que casualmente veníamos de la misma media técnica. Las mujeres también somos capaces de enfrentarnos a una carrera ‘para hombres’”, cuenta la joven ingeniera.
Tan fue el empeño y las habilidades de Katherine demostró que cuando inició la carrera profesional en Ingeniería de Procesos le homologaron varias materias de la Tecnología en Procesos Industriales, así que entró directo a tercer semestre.
“Era una niña que acababa de graduarme de once de bachillerato. Cuando llegué los chicos creían que sabían más que yo, pero me destaqué bastante en las materias de física cuántica y de ese estilo. Yo hacía los cálculos de otra forma y no tenía el conocimiento previo de ellos. Ese reto fue chévere porque sí se pudo”, cuenta Taborda.
PUBLICIDAD
A Kathe, como le dicen todos sus conocidos, le salen lágrimas de los ojos al recordar el momento de su graduación cuando sostuvo el diploma de profesional en sus manos.
“Me da un poquito de ganas de llorar porque fue súper difícil, no porque pensara que no lo iba a lograr, sino que no fue fácil terminar la tesis, duré un año y veía como mis compañeros ya se habían graduado. Pero Dios puso en mi vida bastantes ángeles que me ayudaron a finiquitarla. Cuando la tuve le di muchas gracias a Dios porque el me demostró que sí se podía”, cuenta la joven, cuyo trabajo de grado fue sobre el potencial de la energía eólica en Riohacha (La Guajira), donde ella nació.
Echemos pa’ lante, una iniciativa que permite a los jóvenes soñar con un buen empleo
Tras esto, como todo recién egresado, Katherine comenzó a buscar empleo, un periodo de su vida que califica como “difícil y frustrante”. Se encontró con peticiones de un año de experiencia y tuvo que esperar dos años hasta que consiguió su primer empleo formal gracias a la campaña Echemos pa´lante.
Dicha campaña surgió por la iniciativa de varios empresarios colombianos, sobre todo del sector del agro, que, en vista de la situación de paro, decidieron crear una bolsa de empleo con el ideal de brindar oportunidades laborales a los jóvenes colombianos.
A la fecha Echemos pa´lante ha logrado cumplir la meta de vincular a 10.000 jóvenes al mundo aboral, aunque la meta inicial era de apenas 2.000.
“Vi la oferta para ser operadora de planta en el portal de Elempleo.com (aliado de la campaña) y dije, bueno yo soy técnica en esto, así que aquí sí va a ser. Gracias a Dios me llamaros y ha sido muy chévere ser parte de este proceso porque necesitaba la experiencia. Gracias a Echemos pa´lante puedo tener esta oportunidad laboral”, cuenta Katherine.
Para Taborda esta experiencia en una empresa avícola es muy importante porque le ayuda a conocer desde la base ese campo en el que piensa eventualmente hacer una especialización o un doctorado.
“El proceso es muy llamativo, es bueno aprender sobre la importancia de la cadena de frío y lo importante que es que un operador haga un buen trabajo para que la calidad de un producto sea excelente. Es chévere ser parte de la cadena alimenticia de las personas”, dice Katherine.
La joven Ingeniera de Procesos le deja el siguiente mensaje a otros jóvenes como ella: “Sí se puede. Si uno se enfoca y lucha por lo que uno quiere se puede lograr. No hay que desmotivarse por los obstáculos ni por el pasar del tempo. Siempre hay que tener fe en Dios y perseverancia”.