En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Perú, Fujimori aventaja a Castillo con el 90,5 % de votos contados.
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Fujimori tiene de momento el 50,3 % de los votos válidos, frente al 49,6 % de Castillo, según los últimos datos presentados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Entre ambos candidatos hay una diferencia de unos 100.000 votos, pues Keiko Fujimori obtiene de momento 8.175.856 sufragios, y Pedro Castillo hasta ahora obtiene 8.071.458 votos.
El margen entre ambos se ha ido estrechando a medida que pasan las horas.
Este acercamiento se debe a que primero se contabilizaron los votos urbanos donde Fujimori obtenía la mayoría de las preferencias, mientras que durante la madrugada comenzaron a llegar a los centros de cómputo los votos rurales, mucho más favorables a Castillo.
Quedan todavía pendientes de cómputo unos cinco millones de votos, en su mayoría de zonas rurales alejadas de los Andes y la Amazonía.
Esto, se intuyen, podrían ser favorables para el candidato de izquierda.
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Sin embargo, también hace falta por contar todo el voto extranjero, donde la candidata de derecha gana con claridad.
Fujimori aventaja a Castillo con el 90,5 % de votos contados en Perú
Si Keiko Fujimori llegará a ganar, continuaría con una economía abierta y promotora de la inversión privada.
Esta ha permitido a Perú crecer aceleradamente en las últimas décadas.
No obstante, también tendría que eludir durante su mandato una acusación de más de 30 años de cárcel por presunto lavado en sus anteriores campañas electorales.
Por otro lado, Castillo apuesta por un radical reformismo que pasa por una nueva Constitución que permita la nacionalización de los recursos naturales.
Esto, al entender que el crecimiento experimentado solo ha beneficiado a las clases más acomodadas y ha aumentado la desigualdad.
El ganador asumirá su mandato el 28 de julio, día que Perú conmemorará los 200 años de su independencia, una fiesta enlutada por la crisis económica y sanitaria.
Cabe mencionar que durante la pandemia de covid-19 ha registrado más de 180.000 muertos.
Esto lo convierte en el país con la tasa de mortalidad más alta del mundo por el coronavirus.