En su más reciente columna el periodista Daniel Coronell muestra varios documentos que muestran cómo ha tratado la Fiscalía el caso de joven Dilan Cruz, quien murió el 25 de noviembre de 2019, y afirma que esta institución de Colombia «se está especializando en justificar victimarios y perseguir víctimas». Fiscalía insiste en culpar a Dilan Cruz por su muerte, indica Daniel Coronell.
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En el portal Los Danieles, el líder de opinión indica que el informe sostiene en su parte concluyente que «la muerte de Dilan Cruz fue un desafortunado accidente y que el capitán Cubillos, experto tirador, quien quedó grabado apuntandole su escopeta de perdigones, no queríe herirlo».
Según dicho informe, «el joven ingresa de manera repentina en el ángulo de visión previamente establelcido por el tirador, se cruza en la línea de tiro y recibe el impacto».
Según los documentos, básicamente la Fiscalía indica que el capitán Manuel Cubillos Rodríguez no vio al joven tras sufrir una «visión de túnel» causada por el estrés de las jornadas.
Fiscalía insiste en culpar a Dilan Cruz por su muerte, indica Daniel Coronell
Coronell también opina que el informe es sesgado por la forma cómo definen a los manifestantes, que es como «una turba», lo cual implica que los marchantes son «un conjunto de personas que deforma desordenada genera confusión y caos».
Pero «lo que más ofende del informe», indica Coronell, es el perfil «cuasicriminal» con el que definen al joven Dilan Cruz.
«Se conoce que el joven, a sus 14 años, presentaba antecedentes de consumo de marihuana, bóxer y de perico (este último de manera experumental; así mismo reconoció pequeños hurtos a suprmercados a sus 10 años y porte ilegal de arma cortopunzante (navaja). En lo referente a su área escolar había perdido tres veces grado secto, estuvo desescolarizado dos años por mal comportamiento y consumo de SPA (sustancias psicoactivas), además de presentar dificultades para ajustarse a las normas», indica el informe de la Fiscalía.
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En resumen, para el columnista, el informe quiere dejar la sensación de que Dilan Cruz era un joven que no le hacía falta a la sociedad y que su muerte «no debe representar ninguna sanción para quienes lo mataron».
