Finalmente, tras varios meses, un juez ordenó la detención de dos policías. Se hizo justicia en el caso del joven afro asesinado en Cauca.
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Aunque se les otorgó la detención domiciliaria, los uniformados fueron acusados de la muerte de Anderson Arboleda.
Este joven afro falleció, al parecer, por golpes en la cabeza propinados por los uniformados en mayo de 2020.
Según la Fiscalía, el 19 de mayo los patrulleros Leonardo Ardila Hernández y Rafael Francisco Polanco Arrieta «llegaron al barrio Santa Elena (en el municipio de Puerto Tejada) e increparon al joven porque, al parecer, incumplía el aislamiento preventivo obligatorio decretado por el covid-19».
Después, uno de ellos «lo habría golpeado con el bastón en la cabeza y el brazo izquierdo. Mientras que el otro, supuestamente, le lanzó una sustancia que sería gas pimienta».
Esos hechos, según la investigación, habrían causado la muerte de Arboleda, de 19 años, quien falleció dos días después en una clínica de Cali por un trauma craneoencefálico severo.
Se hizo justicia en el caso del joven afro asesinado en Cauca
«Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos imputó a los dos patrulleros los delitos de abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto, en concurso heterogéneo con homicidio agravado», explicó la Fiscalía.
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Los policías no aceptaron los cargos y un juez de control de garantías de Puerto Tejada ordenó en su contra la detención domiciliaria.
La muerte de Arboleda indignó al país que comparó su caso con el homicidio, por esas mismas fechas, de George Floyd en Estados Unidos.