Ruth Mariela Tobar es una profesora que ha tomado como trabajo educar a 45 niños de la vereda Los Soches, zona rural de Usme. La joven maestra ha enfrentado una difícil situación a causa de la pandemia. Aunque normalmente da sus clases en la biblioteca comunitaria de la vereda, ha tenido que ir a las casas de sus estudiantes para enseñarles.
PUBLICIDAD
«En estos momentos se trabaja en algunas casas desde los celulares, que es muy incómodo. Digamos que muchas de nuestras familias, si no es, por decirlo, la mayoría, tienen entre tres, cuatro, cinco niños con un solo celular«, dijo la docente a Noticias Caracol.
Los niños han tenido serios problemas con las clases virtuales por falta de equipos, por lo que hacen sus trabajos de manera presencial. “En el momento estamos trabajando con un computador que es personal, pues se programa todo presencialmente y por WhatsApp”, dijo Jazmín Moreno, una de las habitantes de la vereda.
Aún así, los 45 niños son privilegiados entre su comunidad. Otros 60 no han podido iniciar sus clases, porque no tienen acceso a Internet ni a computadores. Los esfuerzos para dotar de más de 1000 computadores a los colegios rurales de la ciudad no han llegado hasta Los Soches.
Por esto, una de las niñas que va a estudiar a la biblioteca, Paula Villalba, mandó un mensaje a las autoridades de la ciudad. «Que miren más allá del norte, también vivimos aquí personas en el sur, especialmente campesinos», dijo la niña al noticiero.