El veedor distrital y exministro del Interior Guillermo Rivera lanzó varias críticas al protocolo de protestas que radicó la ministra Alicia Arango.
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El protocolo de protestas que anunció este martes el Ministerio del Interior fue recibido con recelo por buena parte de la población. La norma busca responder a los abusos policiales vividos en las protestas del 9 y 10 de septiembre. Aún así, las críticas van al verdadero cumplimiento que se da con esta norma a un resultado efectivo de las protestas.
Así lo destacó el veedor distrital, Guillermo Rivera, en una carta a la ministra del Interior, Alicia Arango. Rivera, quien ocupó la cartera del Interior durante el gobierno de Juan Manuel Santos, recalcó varias críticas al protocolo. Una de las más importantes es la necesidad de exigir permisos e información a los manifestantes.
«La programación y los permisos que, para la logística de la manifestación, deban otorgar las Alcaldías Municipales, contrario a ser restrictivos, deben estar conducidos al cumplimiento de este propósito. El permiso al cual se refiere el Tribunal debe tener carácter informativo para garantizar el buen desarrollo de la jornada y no se puede entender como una solicitud de autorización», dice Rivera.
También advierte por los riesgos de monitoreo de actividades individuales, que irían contra las leyes de habeas data. Pero uno de los puntos más fuertes es la exigencia a que en el protocolo se especifiquen «el uso, por parte de la Policía, de armas no letales y (…) la prohibición sin excepción alguna del uso de armas de fuego».
«Se necesita que el Protocolo de protestas reconozca de manera explícita que el uso de la violencia y el vandalismo de unos no puede anular el derecho del resto a la reunión pacífica. La intervención de las fuerzas de seguridad debe estar focalizada en aislar a los violentos y no en disolver una movilización», escribió Rivera.
