Este fin de semana, el periódico El Tiempo dio a conocer unas conversaciones en las que Ómar Ambuila, funcionario de la Dian detenido por su presunta participación en una red de corrupción, le hace advertencias a su hija vía telefónica para que deje de publicar sus lujos en redes sociales.
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Dichas publicaciones habrían sido claves para la captura de la familia Ambuila Chará: la hija del funcionario, Jenny Ambuila, presumía sus lujos en sus cuentas de Facebook e Instagram. Bolsos y accesorios de reconocidas marcas, entradas a festivales internacionales y hasta un lamborghini avaluado en 300 mil dólares hacían parte de lo que la joven compartía en fotos con sus seguidores.
En contexto: ¿Cuánto costaba todo lo que tenía Jenny Ambuila?
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«Hace rato le estoy diciendo que coloque eso privado (…) Cuántos problemas no tiene uno por ese mismo problema (…) que cancele eso o lo ponga privado (…) esa pendejada con ese Instagram, a la gente qué le interesa lo que ella tenga», le dice Ómar a su esposa, en una llamada en la que la mujer tiene el altavoz para que Jenny escuche.
Según las palabras del hoy investigado, varias personas le habían hablado acerca de la excesiva información que su hija compartía en redes sociales. Aunque no lo dice con claridad, sugiere que esto podía ser llamativo para que iniciaran investigaciones en su contra.
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Las grabaciones telefónicas hacen parte del material probatorio recopilado por la Fiscalía en el marco de la investigación que hasta hoy ha avanzado con la captura de cinco personas: Ómar Ambuila, su esposa y su hija, otro funcionario de la Dian y un particular. Todos harían parte de una red de corrupción al servicio de grandes contrabandistas que ingresaban sus cargamentos irregulares por Buenaventura.
En otra conversación, Ambuila le dice a su esposa que «Acabó de entrar Aponte a ese Facebook y lo primero que aparece es ese carro (…) De ahora en adelante ella verá como se va a defender, yo no le voy a ayudar para nada».
¡El colmo!: Una vez capturada, Jenny Ambuila rechazó un pollo asado que le ofrecieron y pidió comida de Wok o Crepes
Mentiras y más mentiras
En Miami, Jenny Ambuila vivía en un apartamento por el que pagaba 5000 dólares mensuales de alquiler. Este tipo de gastos generaron sospechas en los investigadores de la Fiscalía colombiana, quienes se pusieron en contacto con las autoridades estadounidenses para que inspeccionaran la vivienda con el fin de descartar que la joven hiciera parte de una red de narcotraficantes.
Cuando la interrogaron por sus ingresos, Jenny respondió que el sostén económico provenía de los ingresos de su padre y los negocios de su padre. Habló en ese momento de dos empresas: la fábrica de helados Nelatos S.A.S. y una «distribuidora de juguetes con operación nacional», llamada Holiday Detalles.
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Sin embargo, las investigaciones revelaron que la presunta heladería fue creada en el 2016 y reportó operaciones por $110 millones en el 2018. Por su parte, la distribuidora de juguetes correspondía a una miscelánea en Cali, que vendía muñecos de felpa y artículos de papelería.
Como ninguno de los negocios de sus padres justificaba los gastos familiares, la investigación en contra de los Ambuila y la presunta red de contrabando de la que hacían parte se fortaleció.
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