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“Con trabajo y resultados, la natación artística se ha ganado un lugar. Vamos por un cupo a Tokio” | Estefanía Álvarez

CAMPEONA | Oro en Juegos Nacionales, Bolivarianos y Panamericanos, cinco medallas de plata en los Centroamericanos y del Caribe, cinco presencias en Mundiales, participó en los Olímpicos de Río 2016 y fue clave en el título que Colombia consiguió, tras 80 años, en el Suramericano 2021

Estefanía Álvarez
Estefanía Álvarez Cortesía

Encuentre a continuación la entrevista exclusiva con Estefanía Álvarez, referente y campeona nacional de Natación Artística.

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Con tan solo 26 años, ya tiene varias medallas y distinciones, pero ¿cuál fue el punto bisagra para asumir la natación artística como profesión?

El punto clave fue desde el inicio (risas). Tanto mi familia como yo tomamos la natación artística como un lugar para despejarse. Ahora, nunca pensamos llegar tan pronto a este punto de ser campeona y que mis amistades, mi trabajo, el estudio y todo girara en torno al deporte. Siempre he dado lo mejor de mí con el fin de representar bien al club o al departamento o al país, pero al comienzo lo veía como un hobby. Al dar el salto a categoría abierta, a los 18 años, empezó todo. Recibo el primer llamado a Selección y comprendo que iba en serio. Cambio los planes, me enfoco en la natación y desde ahí fue a otro nivel.

Se enfocó y de qué manera porque ya es referente de la natación artística. ¿Cómo asumir esa responsabilidad de ser vista por millones?

Nunca lo imaginé. Mi carrera deportiva ha sido de sorpresas desde el primer campeonato nacional hasta el reciente Sudamericano. Toda mi preparación ha estado enfocada en qué debo hacer para obtener mejores resultados, que se han dado al entender que cada día puedo llegar más lejos y exigirme en cuanto a metas.

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¿Y qué metas hay?

Desde que empezó la pandemia, se ha hecho difícil trazar una ruta. Antes uno se programaba conforme a los eventos, pero con tantos que se han aplazado, se torna complejo. Correr la fecha de los Olímpicos, estar seis meses afuera de la piscina, entrenar en casa, en fin, han sido tantas cosas que el proceso se complicó en cuanto a preparación. Sin embargo, el reciente Sudamericano, donde vencimos a una potencia como Brasil, fue clave para recuperar y mejorar el nivel con mi compañera (Mónica  Arango), siendo indicio de que podemos clasificar a los Juegos de Tokio.

Hablando de preparación, en noviembre de 2020, estuvo entrenando en Estados Unidos. ¿Hubo alguna razón en particular o buscando algún ‘plus’ que en Colombia no se encuentra?

No, para nada. Fui a Estados Unidos porque la situación con la COVID-19 en Colombia era compleja y solo podíamos entrenar dos horas. Además, allá estaba nuestra asesora española. Ahora, si salimos del país es buscando una asesoría extranjera que no ha sido posible contratar en tiempo completo. El apoyo ha mejorado y en la medida que consigamos resultados, el respaldo será mayor.

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Jennifer Cerquera (integrante de la Selección) afirmó que ‘lo hecho en el Sudamericano fue un logro de varias generaciones’. ¿Es producto de apostarle y creer en un proceso?

Totalmente. Estoy de acuerdo con ‘Jenn’ porque este proceso lleva años y detrás ha habido mucha gente luchando para que el nado sincronizado tenga más atención. Así como otros deportes, que antes no eran tan conocidos, se han ganado su lugar con trabajo y disciplina, la natación artística es fiel ejemplo. Luego de la primera clasificación a Olímpicos (Río 206), comenzó a verse más hacia acá, demostrando que hay variedad de deportes que son importantes apoyar. Eso sí, comparados con otros países, faltan detalles, pero vamos en camino.

Preguntas atrás, hizo referencia a las dificultades en la preparación. ¿Cuál fue la clave para haber ganado ese título tras una larga separación como equipo?

El diferencial fue el compromiso que tuvimos tanto las de Antioquia como las del Valle. Sabíamos que sería difícil porque eran 10 rutinas y había poco tiempo. Además, el equipo era nuevo. La mayoría de las niñas eran jóvenes. De hecho, las más experimentadas éramos Jennifer, Mónica y yo. Sin embargo, todas asumimos el reto, hubo disposición y, a pesar del cansancio y de que la mente a veces nos jugara una mala pasada, estuvimos concentradas en el objetivo, que se cumplió.

Después de esa gesta histórica en el Sudamericano, ¿se vale soñar con una medalla olímpica?

Es difícil. En nuestro deporte, que es de apreciación, no es suficiente con entrenar varias horas o estar en buen nivel, todo es un proceso. Ganarle al rival que está arriba se demora años. En otras palabras, uno no solo lucha contra lo que pasa en la piscina, sino con la historia de cada país. Al ser de apreciación, los jueces saben dónde hemos competido, quiénes son las entrenadoras y esos factores pesan. Teniendo en cuenta eso, pensar en una medalla olímpica en Tokio es imposible. Estamos escalando lo más que podamos. Mónica y yo llevamos un excelente proceso desde 2012. Hemos dado a conocer al país en natación artística y mejorado puestos, pero, para los Olímpicos, más que una medalla es estar en una final.

Usted es profesional en estadística, tiene una maestría en gerencia y proyectos y cuenta con una carrera deportiva exitosa, ¿ha pensado en hacer parte de la dirigencia?

Estudié estadística porque me enamoré de la carrera, pero la vida me sorprendió. Hice mis prácticas en Indeportes Antioquia, donde aprendí y apoyé al deporte desde la planeación. Eso me animó a hacer la maestría porque estoy convencida de que ese conocimiento y las experiencias como deportista aportan. Eso sí, debo prepararme mejor para un posible cargo dirigencial.

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¿Se ve como entrenadora?

Por ahora, no. Me encantaría estar ciertos días con las niñas y aportar conocimiento, pero algo más informal.

De los tantos objetivos que ha conseguido, si tuviera que elegir uno por lo que vivió, ¿ cuál sería?

Todos han sido importantes, pero elijo mi primera clasificación a los Olímpicos. Fueron cuatro años difíciles, donde dudé en alcanzar ese cupo porque hubo gente que dijo que no lo lograría y, tristemente, me convencí. A parte, el campeonato previo fue horrible porque presentamos un excelente trabajo, pero las calificaciones fueron desastrosas. Pero seis meses después, todo salió bien en el Preolímpico.

Después de lo que acaba de contar, ¿cómo manejar la parte mental?

Tenemos un acompañamiento desde el ministerio. En ese momento, también nos ayudó la psicóloga Lina Orrego, de la Liga de Natación de Antioquia. La parte mental es importante para cualquier atleta. Ahora, trabajamos con ella a nivel grupal y, personalmente, tengo otra psicóloga.

¿Título con el que sueña?

Una medalla olímpica sería maravilloso, pero no suelo pensar tan lejos. En el 2021, una final olímpica sería como un título.

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