«¡El penalti es clarísimo!», el enfado de Koeman en rueda de prensa
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Ronald Koeman, entrenador holandés del Barcelona, lamentó la derrota frente al Real Madrid, criticó una acción dentro del área de Mendy sobre Martin Braithwaite, de la que dijo que fue «un penalti clarísimo», y confesó que «una vez más» tienen que callarse por la actuación arbitral.
El Real Madrid, con goles en la primera mitad del francés Karim Benzema y el alemán Toni Kroos, ganó al Barcelona, que redujo diferencia en la segunda parte con un tanto del canterano Oscar Mingueza.
«Todo el mundo ha visto el partido y creo que si eres del Barcelona estás caliente y muy descontento por dos decisiones del árbitro. Aún así, primero quiero decir que en la primera parte no hemos estado bien, ni atacando ni defendiendo, y que en la segunda mejoramos», dijo Koeman, en declaraciones a Movistar +.
El técnico holandés criticó la actuación arbitral y subrayó que solo «pide el árbitro que acierte en decisiones» porque la acción de Mendy con Braithwaite es «penalti».
«Una vez más tenemos que aceptarlo y tenemos que callarnos. Ya he dicho lo que pienso y perfecto. Si no es 2-2, claro. Lo otro es otra cosa. Hay que pedir tiempo extra y hay cosas que han pasado, pero es penalti clarísimo y no hay VAR. No sé por qué no hay VAR en España. Todo el mundo piensa que es penalti», dijo Koeman, que preguntó al periodista.
«¿Has visto la jugada?, ¿es penalti? Si no quieres mojarte, no te mojas», manifestó. EFE.
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LA CRÓNICA DEL CLÁSICO
Tempestad. El panorama climático que mejor define a esta Liga Santander,, más apasionante que nunca. La tempestad que se le avecina al Atlético de Madrid desde hace varias jornadas, cuando las gigantes olas del Real Madrid y Barcelona chocan sus aspiraciones de títulos. Los grandes estaban vivos, pero antes tenían que chocar entre sí en el estadio Alfredo Di Stefano, bajo un diluvio.
La lluvia no estuvo presente de principio a fin. Al comienzo, el Madrid vio el sol brillar pronto, aunque fuera de noche, con la lucidez que siempre irradia Karim Benzema. El Gato dibujó un arcoíris con un taco de antología al minuto 13, para ponerla al rincón del arquero Marc-André ter Stegen.
De esta manera, el Madrid se ponía en ventaja y dejaba el asedio culé en los primeros minutos, aunque sin demasiada relevancia de cara al arco rival. A partir de allí, el dominio fue blanco y comenzó a merecer elevar la cuenta. Eso lo logró con un tiro libre de Toni Kroos que necesitó de sendas carambolas para meterse en el arco rival.
Barcelona sin reacción. Salvo un tiro de esquina ejecutado por Messi y que se cerró de forma olímpica, poco más. El palo evitó un gol que le falta en el álbum a Leo y que nunca estuvo tan cerca como en el clásico de Valdevebas. Ahí irrumpió la lluvia.
Con viento y torbellinos, la tempestad no fue ni mucho menos actor de reparto. Los jugadores tuvieron que adaptarse a esa nueva realidad y el Barcelona lo interpretó de mejor manera. Cierto, de contra el Madrid pudo haber liquidado el partido, pero la entrada de Antoine Griezmann le dio otro peso al conjunto culé en ataque.
El Principito no demoró en incidir en el resultado. Muy rápido, tuvo en sus pies el descuento, aunque falló. A la siguiente jugada, Griezmann hizo una jugada de engaño para habilitar a Óscar Mingueza, abriendo las piernas y dejando solo al defensor, encargado del descuento.
Con el resultado apretado, Barcelona merodeó el empate. Sobre todo en la jugada del final, donde el juvenil Ilaix Moriba reventó el travesaño de Courtois en lo que era el 2-2 de un Clásico vibrante.
Sin embargo, el gol no llegó y aunque sufrió, el campeón se ubica en lo más alto a falta del encuentro del Atlético, en casa del Betis. Sí, porque en el banco está un experto en sortear tempestades: Zinedine Zidane.