Las últimas semanas de Andrés Román han sido bastante agitadas. El lateral derecho ha vivido días de contrastes. Noticias buenas, regulares y malas han tocado a la puerta, convirtiéndose en una avalancha de información difícil de digerir.
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Por un lado, gracias a su alto nivel, el bogotano se consolidó como titular indiscutido de Millonarios. Esa constancia lo llevó a ser convocado a la selección Colombia (microciclo) y a robarse las miradas de un grande como Boca Juniors.
El Xeneize se la jugó por el futbolista de 25 años, que veía cómo estaba a tan solo una firma de dar un paso enorme en su carrera. Y es que llegar a uno de los clubes más grandes del continente es el sueño de la mayoría de profesionales.
El pasado jueves 18 de febrero, Andrés Felipe Román arribó a Buenos Aires con la maleta llena de ilusiones. Sin embargo, el final no fue el pensado. Cuando se aguardaba por un comunicado confirmando su vinculación a Boca, sucedió lo inesperado.
«Boca Juniors y Millonarios informan que el jugador Andrés Felipe Román no superó los estándares médicos requeridos por el Departamento Médico, requisito indispensable para la realización de la transferencia», fue el comunicado que se emitió.
Pero, ¿qué pasó? Según informaron los medios argentinos, se encontró una miocardiopatía hipertrófica congénita, la cual no solo pone en riesgo la salud del jugador sino que también es una enfermedad a tratar por el bien de la persona y su vida.
Golpe fuerte. Ahora, más que nunca, lo único que importaba era el ser humano. Brindarle apoyo, escucharlo y estar a su lado sería determinante. Así lo entendió el técnico de Boca Juniors, Miguel Ángel Russo, quien fue al hotel donde estaba Román para consolarlo.
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Aunque el cuerpo médico del Xeneize afirmó que «le estaba salvando la vida a Román», teniendo en cuenta lo delicado de lo descubierto, no era nada fácil de asimilar por parte de Andrés Felipe. Su vida puede sufrir cambios importantes.
Hasta el momento, no se han llevado a cabo nuevos estudios. Razón por la que habrá que aguardar un tiempo prudente para conocer nueva información. Eso sí, ya regresó a Bogotá y como era de esperarse, el recibimiento fue enorme.
Cuerpo técnico, familia, compañeros, amigos y demás, estuvieron presentes en el aeropuerto El Dorado para con una palabra o un abrazo, darle una cálida bienvenida a Román. En este momento complejo, acompañar al ser humano y esperar que todo salga bien, es crucial.
¿Cuál es el testimonio del periodista que sufrió una enfermedad similar a la de Andrés Román?
«Lo que aconteció con Andrés Felipe Román en las últimas horas, nos tocó los corazones a muchos. Una noticia como estas golpea fuerte y sí que lo sé por haber vivido algo similar. Por eso, bajo mi testimonio, quiero dejar claro que lo ÚNICO que ahora importa es: EL SER HUMANO».
Con esas palabras, el periodista de Publimetro Colombia, Sebastián Gómez, dio inicio a un hilo en redes sociales donde, con su testimonio de haber tenido problemas cardiacos y guardando proporciones, despejó varias dudas sobre lo que ahora vive Andrés Felipe Román.
«Cuando tenía 10 años, los médicos me descubrieron un Síndrome de Wolff-Parkinson-White, es decir, una taquicardia paroxística supraventricular. En otras palabras, tenía muchas vías eléctricas adicionales en el corazón que llevaban a tener frecuencias de más de 250 pulsaciones por minuto. Pero descubrirlo no fue fácil. Aunque es una enfermedad congénita, solo se presenta en 1 de cada millón de personas y en niños es menos común. En el caso de Andrés Felipe Román, según explicaron en TyC Sports, la miocardiopatia hipertrófica progresiva es 1 de cada 500»
«Entonces, siendo congénita, ¿por qué la descubrieron hasta los 10 años? De acuerdo con las explicaciones de infinidad de doctores que me vieron durante casi 15 años, el organismo se renuevan cada 10 años. Es ahí donde pueden salir a la luz nuevas enfermedades como aconteció. ¿Fue fácil encontrar el daño? Para nada. Siendo tan pequeño y estando en cuanta escuela de fútbol había, cuando sentía el corazón rápido, pensaba que era normal, teniendo en cuenta que estaba corriendo, saltando y en alta exigencia. Pero no era así»
«Un día, el cuerpo no avisó más y solo actuó. En un partido, lo último que recuerdo fue estarme acomodando en la barrera. Acto seguido, me desplomé. Nunca supe qué pasó. Al abrir los ojos, iba rumbo al Hospital con la tensión baja y la frecuencia alta. Todo era incertidumbre. Entré a UCI, reanimación y demás. ¿Qué sucedió? Los médicos afirmaron: «Estuvo cerca de una muerte súbita» ¿Por qué? Por no haberse descubierto a tiempo el daño en el corazón. Por eso mismo, Boca Juniors afirmó que «le están salvado la vida a Román».
«Empezaron una serie de exámenes y me remitieron a cuanto hospital había, pero nunca dieron con el problema. Decían: ‘no tiene nada’, ‘está bien’ e incluso alguno afirmó que ‘solo quería llamar la atención’. Seguía con síntomas. Fue allí, donde se tomaron cartas en el asunto. En anteriores hospitales, clínicas y demás, no contaban con la tecnología suficiente. Hasta que fuimos a la Shaio (Bogotá), donde tengo entendido irá Andrés Felipe Román. Allí, con especialistas, juntas médicas, seguimientos, estudios detallados, encontraron qué tenía»
«Finalmente supieron qué tenía (buena noticia porque empezaríamos tratamientos), pero el golpe duro llegó cuando dijeron ‘No puede volver a jugar fútbol de alta competencia’ (Baldado de agua fría y más para un niño cuyo sueño era ser futbolista). Guardando proporciones, en aquel entonces atravesaba uno de mis mejores momentos: era considerado una de las dos figuras del equipo (dirigido por John Jairo «Pocillo» Díaz) y había recibido una oferta de un representante para empezar a mostrarme a nivel de clubes»
«Pero todo se desvaneció con esa noticia. Situación similar (guardando proporciones), ocurrió con Andrés Felipe Román: referente en Millonarios, venía en un alto nivel y constante, recién había sido convocado a la selección Colombia (microciclo) y estaba a punto de firmar con Boca Juniors, equipo grande del continente. Y ahora muchas cosas se desvanecieron con la noticia que recién recibió. ¿Golpe duro? POR SUPUESTO. A pesar de uno sentir que viene en alza, que se va por buen camino, que se están haciendo las cosas bien, que se están viendo los frutos, todo da un giro de 180 grados»
«Habiendo contado esto, haciendo un símil (guardando proporciones) y sintiéndome identificado con lo de Román, sacaré conclusiones que quizá ayudarían a despejar dudas (No soy médico, pero como paciente de cardiología y electrofisiología por 13 años, algo aprendí y viví)»
«1. ¿Por qué hasta ahora se descubrió? Quizá los aparatos usados para hacerle los habituales chequeos médicos no contaban con la suficiente tecnología y en Boca Juniors, sí. Ojalá en la Shaio (donde descubrieron lo mío), haya más claridad sobre su enfermedad»
«2. Siendo congénita, ¿nunca tuvo síntomas? Lo mío también fue congénito, pero fue hasta las 10 años que se manifestó y de una manera delicada. Román, con 25 años, quizá nunca ha tenido síntomas, pero la enfermedad siempre ha estado ahí»
«3. La noticia es fuerte, pero es preferible que lo hayan descubierto a tiempo y no tal vez nunca haber encontrado nada y exponerse a que sucediera (en un entrenamiento, en una cancha o en el día a día) algo que lamentar, como casi sucede conmigo con ‘la muerte súbita'»
«4. Aquí me quiero detener. Es un golpe duro. Al enterarse de la noticia, a uno le pasan muchas cosas por la cabeza, solo se quiere llorar. Por eso, el apoyo (en mi caso de mi familia) juega un papel fundamental, PARA ABSOLUTAMENTE TODO lo que se puede venir»
«Como empecé este hilo, diciendo que lo que más importa es EL SER HUMANO, lo termino. El apoyo psicológico es crucial en estos momentos. Compañeros de equipo, cuerpo técnico, Millonarios como institución, familia, amigos y cuanto conocido haya, jugará un papel determinante. Hay que arropar mucho a Andrés Felipe Román. Lo que más importa es él como persona, NADA MÁS. Esto hasta ahora comienza y ojalá el desenlace sea el mejor. Deseamos volver a verte en las canchas, pero, en especial, ¡DESEAMOS QUE TODO ESTÉ BIEN! ¡MUCHA FUERZA!»