Es el jugador del Mundial y quizá de la temporada. Aunque no lo ha hecho solo, es el principal protagonista de llevar a Croacia a algo impensado: la final del Mundial. En su país lo aman, es un héroe nacional. Pero, como todos en un país que funciona como un reloj, no está exento de la ley.
PUBLICIDAD
Según se supo, el crack del Real Madrid y posible Balón de Oro de Rusia 2018 podría ir a la cárcel por haber entregado falso testimonio en el juicio de Zdravko Mamic, expresidente de la Federación Croata de Fútbol, condenado a seis años por malversación de fondos.
Las acusaciones al dirigente van desde delitos menores a desviación de dineros por transferencias de jugadores del fútbol croata, entre ellos la de Luka Modric al Tottenham, en 2008. La fiscalía de aquel país comprobó que dineros que eran para la Federación terminaron en cuentas de paraísos fiscales.
A raíz del caso, Modric fue llamado a declarar. En primera instancia, el futbolista afirmó que tenía un documento firmado con Mamic en las que le pasaría la mitad de las primas de traspasos que recibiría, cuando jugaba para el Dinamo de Zagreb. Con este testimonio, se presumía que el dinero desviado sí podría ser justificado.
Sin embargo, Luka Modric cambió el testimonio en una segunda declaración. Allí, aseveró que dicho documento lo firmó jugando para el Tottenham, en 2008. La diferencia es que en esta ocasión dicho papel podría funcionar de manera retroactiva. La doble versión imputa al crack del Mundial.
El caso sigue en investigación y mientras Modric está concentrado en disputar la final del Mundial, sabe que en los próximos meses le podrían dictar sentencia que iría de los seis meses a los cinco años de prisión, de ser declarado culpable.
