La jugada tuvo lugar la noche del pasado domingo durante el partido entre los clubes AEK y Xanthi de la liga griega, cuando un futbolista se disponía a lanzar un tiro de falta.
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El árbitro estaba marcando en el césped la línea con aerosol, cuando, accidentalmente manchó los zapatos del futbolista Brito, delantero del Xanthi. Tras dar muestras de indignación, el jugador frotó su guayo contra la media del árbitro, que no dudó en sacarle tarjeta amarilla.
Tras la amonestación, Brito marcó gol y el partido terminó con empate a uno.