Ser la atleta de las carátulas y los afiches de su país en el evento deportivo más grande puede ser sobrecogedor. Pero cuando además el evento sucederá en ‘su patio trasero’, produce una presión que sacude los nervios a una escala olímpica. Esto es lo que enfrenta la atleta de heptatlón Jessica Ennis, la más importante ilusión de Gran Bretaña para alcanzar la gloria en atletismo en los Juegos Olímpicos. Ennis debe olvidar ahora su decepción por fallar al defender su corona en el Campeonato Mundial frente a la destacada atleta rusa Tatyana Chernova. METRO INTERNACIONAL se entrevistó con Ennis en Londres durante su preparación para los Juegos.
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Tiene en sus hombros las esperanzas de pista y campo de Gran Bretaña. ¿Tiene nervios preolímpicos?
Es un nuevo tipo de presión para todos los atletas británicos. Pero de cierta forma es una excelente especie de presión. Uno realmente siente como si la gente pretendiera que uno lo hiciera bien para salir y ganar una medalla. En casa, las personas se me acercan en la calle para desearme suerte, es un gran apoyo. Pero uno debe hacer esa presión a un lado y enfocarse en el entrenamiento, para asegurar que uno está en la mejor forma cuando los Juegos empiecen.
¿Le parece correcto que pongan tanta atención en usted individualmente?
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Pienso que ese siempre será el caso con los medios. Siempre van a escoger a unos pocos para aumentar la presión. Pero supongo que es normal, sucedió con la australiana Cathy Freeman en 2000 y con el estadounidense Michael Johnson en 1996. Es un equipo muy grande. Algunos son puestos en un pedestal, que se espera que logren sus objetivos, y están esos otros deportistas de los que poco se habla que llegan y ganan algunas medallas. Pienso que el público sabe que en cada campeonato hay cosas positivas y negativas, de eso se tratan los deportes. Y uno nunca sabe lo que puede pasar.
Su imagen apareció en portadas de revistas, en vallas publicitarias y su figura de cera se encuentra en el museo de Madame Tussauds. Usted es la pin-up de Londres 2012. ¿Se siente cómoda con eso?
Para ser honesta, todo esto surgió de la nada. En primer lugar, y más importante, quiero ser la mejor atleta que puedo ser. Todo lo que venga con eso está muy bien y hace que nuestro deporte tenga un perfil más alto, pero obviamente es un poco extraño. Desde que empecé con el atletismo, a los diez años, lo único que quería era ganar medallas y estar en el podio. Uno ni siquiera piensa en las otras facetas del deporte, como los patrocinios. Al ser Londres la sede de los Olímpicos, ese tipo de atención se ha incrementado. En ningún momento pensé que iba a aparecer en la portada de la revista Marie Claire. Nunca soñé con que yo haría eso alguna vez. Y cuando recibí un correo electrónico informándome que mi imagen estaba en Madame Tussauds, pensé que era una broma (risas). Me tomaron las medidas y algunas fotos. Y cuando vi la figura de cera parecía tan real, que parecía que los ojos tuvieran vida. Quiero llevármela a mi casa y ponerla en el cuarto trasero.
¿Cuál es su miedo más grande? ¿Perder frente a espectadores de su propio país?
Es el dolor. El heptatlón es muy duro: después de dos días, hay que hacer luego la carrera de 800 metros y pienso que en ese punto casi siempre estoy asustada. Es ese miedo de “Ya sé lo que viene” y sé que va a ser doloroso.
¿Qué hace por fuera de las competencias?
Estoy tan cansada todo el tiempo, que me aburro mucho. En mis días libres descanso en mi casa con mi perro labrador Myla y veo series de médicos. ¡Soy una geek! En este momento veo ‘House’.
¿Qué haría si no fuera una atleta?
No puedo imaginarme a mí misma haciendo algo distinto, pues esto ha hecho gran parte de mi vida. Tengo un grado como psicóloga, así que tal vez estudiaría más y me dedicaría a eso. Tal vez psicología del deporte. Disfruté mis estudios, así que quiero usarlos en el futuro.
MWN