Las cifras son alarmantes: según la iglesia católica, más de 7000 venezolanos han llegado a Cali durante el último año. La falta de oportunidades laborales y, en ciertos casos, de documentos que les permitan trabajar de forma legal ha llevado a que acudan desesperadamente a distintos mecanismos como pedir limosna en las calles con carteles alusivos a su situación.
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En la capital vallecaucana ya es común encontrar en los semáforos a familias de venezolanos o personas provenientes de otros países pidiendo monedas, ropa, alimentos o cualquier otra forma de ayuda. Por este motivo, la Alcaldía de Cali, a través de la Secretaría de Bienestar Social, puso en funcionamiento un hogar de paso para esta población.
Ahí, los extranjeros en condición de calle podrán tener atención en salud, alimentación y una guía en los procesos de Migración Colombia para tener en regla todos los documentos.
El hogar de paso está ubicado en el barrio El Piloto y hasta el momento le ha prestado ayuda a un solo venezolano, pero se espera que lleguen otros que ya han sido identificados en los alrededores de algunos centros comerciales y hoteles de Cali, así como en el centro de la ciudad.
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